domingo, 30 de marzo de 2008

Chilla Tereso Medina Ramírez como la rata mayor de la CTM; ya se siente acorralado por Territorio Libre.



El dos de febrero, el meritito día de la Candelaria, el aullido rabioso de Tereso Medina Ramírez, el dirigente charro de la CTM, surgía de la garganta de alquiler de Carlos Morales Juárez en su columna Lobo Negro que se publica en El Diario de Coahuila.
Con sintaxis propia de un escolapio de primaria y con la pobreza de vocabulario que revelan la falta de bruñimiento intelectual, Morales Juárez estira los harapos de su indumentaria en el paroxismo que
genera la frustración de pedir continuamente la copa fiada y mal escribe con pompa ridícula: "…He debido bajar a sus caminos, apreciables y distinguidos coahuilenses, para alertarlos con mis lacerantes aullidos, sobre la existencia de un loco llamado Juan Cisneros Cortés que, publicando la revista Territorio Libre, ha abierto sus páginas al mejor postor, cuestión que ha sido aprovechada por dos enemigos de la clase trabajadora de estas tierras, Julia Quiñones y Gerardo Ordaz Moreno, retrógradas sujetos que le apuestan a la desestabilización laboral y a reventar la paz prevaleciente en el estado".
Hasta donde se sabe, ni Julia Quiñónez, ni Gerardo Ordaz Moreno, tienen el dinero suficiente para comprar la dignidad que rezuma de cada una de las páginas de Territorio Libre, pues sus espacios no están abiertos al mejor postor y por lo tanto el columnista y el Diario de Coahuila mienten con el afán pueril de ocultar la riqueza inconfesable y malhabida de Tereso Medina Ramírez, que como jefe del charrismo sindical se ha enriquecido y cuenta en su patrimonio todas las propiedades que aquí se han señalado: residencias, ranchos y vehículos onerosos por no entrar en estos momentos en detalle.
Con esa elementalidad que caracteriza a los analfabetos funcionales que usurpan funciones en esta sociedad, Carlos Morales prosigue con su perorata, en un nivel intelectual propio del obrero sometido por la CTM y que efectivamente, para el suscrito tiene el cráneo relleno de materia fecal: "Dice el refrán que "perro no come perro", pero cuando alguien que se dice periodista rompe las reglas no escritas y en su desesperado afán por satisfacer a quienes le pagan, se mete hasta con la familia, falseando información… deja de serlo, para convertirse en esquirol de la pluma, de esos que denigran el hermoso ejercicio de la prensa escrita".
El párrafo anterior sólo revela la impotencia del dirigente charro Tereso Medina Ramírez para desmentir los textos que en este espacio se han publicado y además, evidencia la cobardía del impúdico jefe del cetemio coahuilense, pues para blanquear su percudida conciencia tiene necesidad de escudarse en una pluma bucólica, que para encontrar sentido a su paupérrima existencia se llama a sí mismo ‘periodista’. Por fortuna, el suscrito no ha tenido jamás la necesidad de autollamarse periodista, pues a diferencia de Morales Juárez, sí cuenta con un modo honrado para vivir, producto de una licenciatura universitaria y otra normalista, además de ser dueño de un bagaje cultural que se encuentra por encima del promedio.
Los conceptos anacrónicos de ‘esquirol de la pluma’ y ‘hermoso ejercicio de la prensa escrita’, son solamente la antesala de la cuadratura craneana y la mentalidad de perdedor que Carlos Morales Juárez se cuelga en el siguiente párrafo: "Su humilde y harapiento lobo negro del desierto decidió lanzarse a la yugular de estos sujetos, porque nadie tiene derecho de engañar al pueblo por el simple hecho de cobrar venganzas añejas, pero, díganme ustedes mis excelentísimos lectores, ¿permitirían que se utilizara un medio de comunicación para agredir a sus hijos, con toda alevosía y ventaja, sin darle siquiera la oportunidad a defenderse?".
Definitivamente, Tereso Medina Ramírez debió alquilar una pluma con más tinta, pues los lectores de esta revista saben que cada texto que aquí se publica está soportado con pruebas. Por lo demás, no existe ni alevosía ni ventaja cuando Morales Juárez afirma que desde estas páginas se ha agredido a los hijos del dirigente charro. Simplemente, a los vástagos del dirigente ladrón también les corresponde responsabilidad, porque seguramente no ignoran que su padre se ha robado las cuotas de los obreros para comprar la mansión de 500 mil dólares en la que viven en el fraccionamiento Bugambilias.
En los cuatro párrafos siguientes, la prosa de mala factura de Morales Juárez se torna gimoteante pues acusa a Julia Quiñónez y a Gerardo Ordaz Moreno de ser ‘los enemigos’ de la clase trabajadora y por lo tanto, "(…) deben responder a todos los ciudadanos bien nacidos, por tratar de frenar el progreso de estos pueblos, remando en contra del propio Gobierno de la Gente, al sembrar la incertidumbre y promover el desempleo".
Y Tereso Medina Ramírez, ¿cuándo transparentará las finanzas de la CTM? ¿En qué momento revelará el origen de su fortuna?
En estas páginas se ha acusado al dirigente charro del cetemio coahuilense de crímenes de lesa humanidad, orque mantiene sometidos a los trabajadores cancelándoles el derecho de elegir libremente a sus líderes, aplica a los obreros la claúsula de exclusión y los coloca en las listas negras, además de mantener convenios con las grandes empresas para preservar a la fuerza la supuesta paz laboral a la que se refiere Carlos Morales.
El siguiente párrafo exibe al articulista como lacayo del jefe de la pandilla cetemista: "Tengo frente a mis ojos claros, de los que brotan llamaradas de rabia, las ediciones de dicha revista
(Territorio Libre) en la que se lanzan ataques a la clase trabajadora de esta hermosa tierra, denostando al actual dirigente de la CTM estatal Tereso Medina Ramírez y a su familia, como si con eso estuvieran coadyuvando al mejoramiento en la vida de los obreros, como si con eso lograran presente y futuro más digno para todos".
Carlos Morales Juárez es también editor del tetrahebdomadario Líder, una publicación pálida que funciona con fondos de los obreros vía CTM, por eso las llamaradas de rabia que brotan de sus ojos al tener frente a él las ediciones de Territorio Libre del pensamiento, la revista de mejor contenido en estas latitudes y para coraje de muchos, se ha ido convirtiendo en el punto de referencia en las polémicas de los políticos por los temas que se abordan.
Lo que se ha publicado sobre la fortuna malhabida de Tereso Medina Ramírez se sintetiza en las portadas de las últimas cuatro ediciones. En junio de 2007 en la revista número 36 se publicó lo siguiente: "Tereso Medina Ramírez, el dirigente charro de la CTM compra en medio millón de dólares la residencia de Jorge Masso Masso mientras continúa con la venta de los derechos de los obreros, los condena al hambre y a que vivan en palomares financiados por el Infnavit, donde seguramente también lleva tajada".
En la edición 37 de septiembre de 2007 se publicaba como cabeza principal: La riqueza y las traiciones de Tereso Medina Ramírez. Un largo sumario acompañaba al encabezado:
· En diez
años, el dirigente charro ha remontado su origen miserable.
· Por su actitud criminal ante los obreros, ni después de muerto podrá ocultar los conceptos sociales demoledores de charro, ladrón y vendedor de la sangre y el sudor de los trabajadores.
· Tereso Medina no aborrece ninguna forma de enriquecimiento: lo mismo tiene a cuota a los tornilleros que introducen el producto en los comedores industriales, que a los dueños del transporte obreril.
· Para los operarios caguameros, los sábados son de supermercado y los domingos de futbol por televisión. La política sindical no les interesa.
· El hatajo de obreros cetemistas: emasculados, sin dignidad y analfabetos.
· Julia Quiñones y la esperanza del sindicalismo independiente.
La edición 38 de noviembre de 2007 estuvo dedicada totalmente a reseñar la forma en que se ha enriquecido Tereso Medina y circuló bajo el siguiente título: Tereso Medina: imperio de rapiña, con el siguiente sumario: "Para el dirigente charro de la CTM de Coahuila, el precio de su riqueza es bastante alto: la traición a los obreros. Convertido desde hace muchos años en el cancerbero de los intereses de los empresarios, Tereso Media ha tenido que echar mano de instrumentos asquerosos como las cláusulas de exclusión y las listas negras que aunque lo envilecen aún más, lo ayudan a medrar con el sufrimiento del obrero.
Aparte de la manida frase de la nueva cultura laboral, el charro cetemista y los industriales corruptos han torcido el espíritu de la bellísima frase con la que culmina el Manifiesto Comunista de Engels: ‘Proletarios, uníos… pero para chingarlos mejor’.
La falta de prácticas democráticas sume en el silencio abyecto a los trabajadores, pero esto le conviene al charrismo sindical, que encuentra en esta coyuntura su mina de oro".
Más abajo, como cabecita secundaria aparecía la frase: "El origen inconfesable de su fortuna".
En la edición de enero de 2008 aparecía lo siguiente: "La cárcel espera a Tereso Medina Ramírez por el delito de fraude, pues ha engañado a los obreros para forjar su inconfesable fortuna".
Hasta aquí, todo lo que se ha publicado de Medina Ramírez es incontrovertible.
Lo nuevo: se publica un plano del predio La Presa que fue adquirido por Tereso Medina en 1998.
Por esto chilla la rata del cetemio coahuilense, porque se le ha puesto ventilador a la mierda que ha ido dejando en el camino tortuoso que lo convierte en un crimen de lesa humanidad en si mismo.
Pero además de lo anterior, en las ediciones señaladas se publicaban fotografías de las residencias ubicadas en Bella Unión y Bugambilias. Se escribía sobre la afición de Rocío Medina López (a) La charrita menor, quien al fin hija del charro mayor de la CTM, tenía que gustarle la charrería.
También se hacía un inventario de los vehículos onerosos que usan Tereso Medina y su familia, se publicó también la nómina de la CTM en la que participan la mayoría de sus parientes y faltó hacer pública una fotografía de la casa marcada con el número 340 del bulevar Oceanía donde aparece la camioneta Avalancha que usaba el dirigente charro del cetemio coahuilense.
Entre lo que faltó publicar se encuentran también las casas chicas que mantiene con dinero de las cuotas de los obreros el charro cetemista y que están ubicadas, una cerca del parque Abraham Curvelo y otra frente a la Clínica del Magisterio. Esto se hará en el momento en que esta revista cuente con pruebas irrefutables.
Asimismo se anuncia que la Editorial Territorio Libre está por imprimir en sus prensas un libro en el que se detalla la forma criminal en que se ha enriquecido el dirigente charro Tereso Medina Ramírez, el perfil sociopsicológico de los obreros de la región, la corrupción de las empresas, las listas negras y las claúsulas de exclusión con que actualmente son sometidos los obreros.

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