jueves, 16 de diciembre de 2010

Las hembras, tan corruptas como los hombres: Amalia García, Elba Esther Gordillo, Rosario Robles...

En la novela Sinuhé, el egipcio aparecen por lo menos dos mujeres corruptísimas: Nefernefernefer y Baketamón. La primera, Nefernefernefer es una mujer de la vida galante, bellísima, que seduce a Sinuhé, al grado de que éste tiene que disponer de los escasos bienes de sus padres para pagar sus placeres. El padre y la madre de Sinuhé deciden suicidarse por el dolor y el personaje tiene que pasar por un trago amarguísimo: no tiene para pagar el sarcófago para enterrarlos con dignidad. En lugar de sarcófago los entierra en cueros de buey.
La segunda, Baketamón es hija del Faraón y casa con Horemheb, un hombre de origen humildísimo que merced a su capacidad se convierte en el líder de los ejércitos egipcios y aspira al trono del reino. Su esposa Baketamón nunca le perdonó su origen y decía de él que “sus pies olían a estiércol”. Horemheb tuvo que ir a la guerra contra el país de Kemi y Baketamon fue a divertirse con otros hombres a cambio de una piedra y, cuanto más grande era la piedra, mas placer les daba. Con estas piedras construyó una casa para su familia. Cuando Horemheb se convierte en faraón, su esposa Baketamón le enseña la casa que había construido con las piedras producto del pago recibido. El poderoso jefe de los ejércitos egipcios de hace miles de años soporta la humillación. Ya era faraón.
Federico Nietszche, el controvertido filósofo alemán decía que la historia es cíclica; es decir, que de cuando en cuando se repite. Hoy no amanecí con espíritu misógino. Este comentario obedece a que he leído algunas cosas que se han filtrado sobre el gobierno de Amalia García Medina quien acaba de terminar su mandato en Zacatecas.
• Aunque es uno de los estados más pobres de la república mexicana, la administración de Amalia García Medina destinaba 20 mil euros mensuales (entre 310 mil y 350 mil pesos, según el tipo de cambio del momento) sólo para mantener la representación del gobierno de Zacatecas en Madrid, España.
• Antes de ser gobernadora, Amalia se consideraba una de las mujeres más capaces y centradas del ámbito político de este país. Ya en en poder se reveló como una hembra corrupta y nepótica que convirtió en senadora a su hija Corichi García Medina. Esto, desde el punto de vista que se le vea es un abuso. Es usar la ignorancia de un pueblo miserable como el nuestro para acomodar los intereses de poder.
• El gobierno priista que sucedió al perredista acusa a Amalia García de haberse trincado una lana en la construcción de la Plaza del Bicentenario y el Palacio de las Convenciones. Los contralores también le siguen la huella al dinero invertido en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales del Estado de Zacatecas y en la Comisión Estatal del Agua Potable y Alcantarillado; también le han encontrado irregularidades en la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado y en los Servicios de Salud de Zacatecas.
Con esto es suficiente para pensar que la mujer ha alcanzado en México su viejo sueño: la igualdad. Las mujeres de la política en nuestro país son tan o más corruptas que sus pares, los varones.
Ejemplos sobran, pero veamos sólo dos o tres:
Elba Esther Gordillo Morales dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación a quien se considera la mujer más poderosa de este país arrastra tras de sí una estela de corrupción. Entre sus crímenes se pueden señalar los siguientes:
• Secuestro de la educación pública con los resultados que todos conocemos: bajísima calidad en la prestación del servicio porque a los profesores los usa en tareas políticas.
• Acumulación de una riqueza incalculable.
• Ignorancia supina.
• Cinismo.
• Con una frustración enorme por la fealdad con que la dotó la naturaleza Elba Esther ha condenado a este país al oscurantismo por las prácticas sindicales que impiden el libre curso de la educación.
Además de Elba Esther aparece en el firmamento nacional Rosario Robles Garnica, una mujer ridícula a quien sedujeron las feromonas del argentino Carlos Ahumada Kurtz. La revista Proceso en su momento documentó una risible carta en la que Chayo amenazaba con quemar la cama en la que había cohabitado temporalmente con su mancebo.
Rosario Robles desde el gobierno del Distrito Federal otorgaba contratos millonarios a su amante.
En Saltillo tenemos otra perredista: Marithelma Guajardo Villarreal, tal vez la mujer más corrupta del estado. Esto, hasta el momento.
Frente a estas mujeres, los desplantes de Baketamón y de Nefernefernefer palidecen.
Por eso en líneas anteriores dije que la mujer no tiene porque quejarse del maltrato de los hombres, porque cuando llega a alcanzar poder es igual. Estamos ante la tan trillada igualdad de género.



jueves, 9 de diciembre de 2010

Televisa Vs. Proceso: se impone el señorío de don Julio Scherer García

A mediados de 1976, el rencor que Luis Echeverría Álvarez sentía contra don Julio Scherer García a la sazón director del periódico Excelsior había llegado a su límite.Desde los meses anteriores, funcionarios de la Presidencia de la República cabildeaban para descarrilar la cooperativa a la que pertenecían tanto redactores como editorialistas y trabajadores de los talleres. El traidor era un español mafioso cuyo nombre aún apesta en el periodismo nacional: Regino Díaz Redondo.

El 8 de julio fue el día escogido por la gente de Luis Echeverría Álvarez para asestar el golpe más duro que ha recibido el periodismo nacional. Así empieza el libro Los periodistas de Vicente Leñero.

El 9 de julio de 1976 cuando don Julio Scherer y su gente ya estaban en la calle, en la Presidencia de la República había fiesta: pensaban que habían derrotado al periodista más honrado, más combativo y más sagaz para presentar la noticia.

Por fortuna los burócratas echeverriistas estaban muy lejos de la realidad porque no conocían la terquedad de un hombre con talento que había sabido escoger tanto a sus soldados como a sus generales. La primera semana de noviembre de 1976 en las viejas prensas de Mendizábal, el editor de los Supermachos se corría el primer número de la revista política que se ha encargado de escribir la historia reciente del país: Proceso. Esa misma primera semana de noviembre de 1976, el recién nacido semanario Proceso recibía la visita de Fernando Gutiérrez Barrios, jefe de la policía política del régimen priista para exigir que la portada de la revista no llevara un peso flotando como imagen de las devaluaciones que la política errática de Luis Echeverría había provocado con una inflación que los mexicanos no conocían desde la década de los 50.

El pecado que Julio Scherer había cometido en Excelsior era colocar en la primera plana del periódico los hechos de armas que se gestaban en el estado de Guerrero a cargo de Luicio Cabañas Barrientos y Genaro Vasquez Rojas y de contar de manera prolija las batallas que libraban los jóvenes idealistas que luchaban en la Liga Comunista 23 de septiembre.

Las fechas para que el radioescucha se ubique temporalmente: El Partido de los Pobres nació luego de un intento de asesinato contra Lucio Cabañas el 18 de mayo de 1967 y la Liga Comunista 23 de septiembre lleva en su nombre el día de su integración pero del año 1965.

Escribir sobre estos temas era imperdonable para la época en la que había dos íconos: el señor presidente y la virgencita de Guadalupe. Don Julio Scherer y su gente abordaban estos temas con amplitud. El ejercicio de la libertad de expresión se convertía de esta manera en un delito punible más allá del marco jurídico. Se recurría a la traición.

Han pasado poco más de 34 años y Julio Scherer no le ha perdonado a Luis Echeverría su desplante. Durante más de tres décadas Proceso no ha dejado morir el concepto de asesino que se ganó el expresidente luego de la matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas el dos de octubre de 1968.

Durante el sexenio fallido de Vicente Fox las páginas de proceso alimentaron la hoguera a la que fue conducido Echeverría bajo los cargos de genocidio. No se le pudo probar nada, pero estuvo algunos días bajo arraigo domiciliario, un triunfo del periodismo en estas latitudes: colocar bajo proceso a un expresidente de la república.

Lo anterior es parte de la historia de don Julio Scherer García.

Los días recientes y la guerra de Televisa contra Proceso: El uno de diciembre de este año en el noticiero nocturno de Televisa que conduce Joaquín López Dóriga se difundía la noticia:

Acusan al semanario Proceso de recibir dinero del narcotráfico para acallar información.

Luego entra a cuadro el reportero Mario Torres:

Un reportero de la revista Proceso habría sido comprado por el crimen organizado, a decir de un testigo protegido; éste es un video en el que Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande, declara ante un agente del Ministerio Público Federal.

Ricardo Ravelo de la revista Proceso está asignado a la información del narcotráfico y a la PGR. La revista Proceso ha dado seguimiento a los temas vinculados al narcotráfico y ha usado como base de muchos de sus artículos declaraciones de testigos protegidos; hoy uno de sus reporteros, Ricardo Ravelo, y la revista misma, se ven acusados por ese testigo colaborador.

Muy pronto surgió la respuesta de los reporteros y editorialistas de Proceso pues la revista ha publicado en su edición más reciente lo que sigue:

  • En la portada, con el ingenio que caracteriza al semanario aparece Joaquín López Dóriga con las cervicales dobladas saludando a Felipe Calderón. Al pie de la foto la cabeza de Proceso: A sus órdenes, señor. Más abajo y con letras más pequeñas, el sumario: La agresión a Proceso.
  • En interiores aparece un artículo firmado por el director de la revista Rafael Rodríguez Castañeda en el que deja en claro que con la llegada del presidente Felipe Calderón el tema del narcotráfico ha pasado del terreno penal al político, por lo que en automático el narcotráfico y la Guerra de Calderón se convirtieron en temas recurrentes del semanario Proceso. Rodríguez Castañeda va más allá al precisar: “(…)este semanario ha cubierto la guerra de Calderón sin reticencias, incluso con riesgo de la integridad física de sus reporteros, enviados, corresponsales y fotógrafos. Y lo ha hecho utilizando las herramientas propias del periodismo de investigación del mundo de hoy. En ese seguimiento, las investigaciones de Proceso han dado cuenta de las fallas, errores, abusos y fracasos de la estrategia contra el narcotráfico, contrariando el discurso presidencial”.
  • Además de lo anterior, el reportero Ricardo Ravelo se defiende en las páginas de Proceso y niega que tenga o haya tenido nexos con el crimen organizado. En el texto se exhibe a Televisa como un medio incondicional de la presidencia de la república.
  • Pero si no bastara con lo anterior, la edición más reciente de Proceso cuenta la historiadel promotor y productor artístico Guillermo Ocaña Pradal de nacionalidad española, quien fue detenido en abril de este año bajo los cargos de lavado de dinero. Proceso aprieta la tuerca al sostener que el detenido tiene negocios con Televisa.
  • En los últimos días Televisa ha guardado un silencio prudente.

Esta no es ni la primera ni la última batalla que ganará don Julio Scherer García. Luis Echeverría metido en el basurero de la historia lamenta haberse enfrentado con el exdirector de Excelsior. Don Julio aún persigue a Echeverría y no lo perdonará ni después de muerto.

Pero a don Julio no le fue mejor con López Portillo quien en un momento le retiró toda la publicidad oficial bajo el argumento de que no te pago para que me pegues.

Miguel de la Madrid quien vive un estado de senilidad precoz llegó a decir en alusión a Proceso que “hay capillitas que reclaman trato de catedrales”. Sarcástico el maldito. Vive en el olvido.

Curiosamente Carlos Salinas de Gortari fue bastante tolerante con la revista Proceso y con sus trabajadores. Sin embargo, don Julio siempre pintó su raya: un día lo invitan desde la presidencia a un viaje a Colombia en el que se hospedarían en la casa mexicana de Gabriel García Márquez. Antes de aceptar la invitación Julio Scherer preguntó: ¿quién más va? - Va Jacobo Zabludovski –le dijeron. – Entonces no voy –respondió don Julio.

En 1998 secuestraron a Julio Scherer Ibarra. Gobernaba al país Ernesto Zedillo Ponce de León. Desde el poder no se movió un dedo para buscar al hijo del fundador de la revista Proceso. El presidente también estaba enojado con Proceso por aquel incidente en el que Zedillo candidato a la presidencia aceptó tomar un trago de cerveza pero pidió que se lo sirvieran en un vaso para que no quedara constancia de que el futuro presidente había aceptado una bebida espirituosa. Proceso consignó en sus páginas aquel incidente.

Vicente Fox, el cretino ridículo que un día se hizo con el poder desde la Secretaría de Hacienda persigió a Julio Scherer hijo. Con el padre nunca pudo. Como no podrá Felipe Calderón.

De los libros de don Julio me gustó la forma en que aborda la vida de don David Alfaro Sequeiros. Se titula La piel y la entraña. Cuenta en otro de sus libros cuyo título es Los presidentes que un día don David solicitó el indulto al gobierno de Adolfo López Mateos. Al darse cuenta Scherer fue a Lecumberri y le reclamó a preso famoso. Éste le contestó:

- Mire muchacho pen…, si usted estuviera aquí media hora ya la andaría lamiendo las botas a los celadores.

- Sí –le contesta Scherer.

- Pero yo no busqué un pedestal y usted sí.

- Así que usted se chingó. (Cita textual).

Estos son sólo algunos pincelazos con brocha gorda de la vida de don Julio Scherer García.


viernes, 26 de noviembre de 2010

Feminicidio en Saltillo. El caso Tatiana Mares víctima de la justicia podrida de Coahuila

Tatiana Mares es una mujer de 27 años, piel blanca, según se aprecia en las fotografías que fueron publicadas ayer por Vanguardia. En su mirada se advierte el miedo y sin embargo expresa su repudio al aparato de justicia coahuilense, pues se ha enterado de que el cocinero de alta escuela Arody Benassi abandonará el CERESO de Saltillo a más tardar en 2012.

Uno de los primeros días de septiembre de 2009 una noticia daba la vuelta al mundo erizando los pelos de los lectores de periódicos, televidentes y radio escuchas: la madrugada del 4 de septiembre Arody Benassi alcanzó a Tatiana Mares que en ese entonces era su esposa y le asestó nada más ni nada menos que 13 puñaladas. El único testigo de los hechos fue un niño de dos años de edad, hijo de ambos. La mujer fue salvada de la muerte por los vecinos que después de llamar a la policía se interpusieron entre el asesino y su víctima. Luego de los hechos la mujer fue recogida por una ambulancia y trasladada a un hospital de la localidad. Durante muchos días Tatiana Mares libró una dura batalla contra la muerte.

Tatiana Mares y su familia pensaban en septiembre del año pasado que el cocinero Arody Honore Benassi se pudriría por lo menos unos 15 años en el penal varonil de la capital de Coahuila. Por desgracia no fue así, porque como me dijo un día un abogado con el que platicaba a las puertas del penal: “este lugar es pa’ los jodidos. Ningún rico, sólo que se haya apendejado, está aquí”.

Tal parece que el chef Arody Honore Benassi tiene dinero. El suficiente para comprar a la justicia de Coahuila. Hoy Tatiana Mares llora con ese llanto que surge de la impotencia. Dice que buscará protección en otro país con lo que deja en claro que la justicia de Coahuila está podrida. El aparato del estado se ha declarado incapaz de protegerla contra la furia de quien fuera su marido e intentara asesinarla el año pasado. Ya se salvó de un intento, del siguiente quièn sabe.

Seguro es que Tatiana Mares se pregunta qué sucedió en el tortuoso camino de la justicia. No sabe pero lo intuye: los agentes del ministerio público son unos ladrones, funcionarios venales que por dinero son capaces de vender hasta a su propia madre. Los jueces igual. Los magistrados también. Todos ellos, seres sinvergüenza que tienen precio y que con sus actos enlodan el decoro y la dignidad de los seres humanos. Pero estos infelices llevan como castigo vivir en la sombra, avergonzarse interiormente frente a su mujer, frente a su madre y frente a sus hijos. En suma, no pueden caminar por la senda de la vida con la frente en alto, porque a cada vuelta de la esquina, saben que cualquiera puede escupirles la cara.

Los jueces de Coahuila quisieran reducir a Tatiana a una cifra más dentro de las negras estadísticas del país. En México, de 2007 a la fecha se han producido más de 2 mil feminicidios, más de 550 en el estado de México, el resto en las otras entidades del país.

Por fortuna no conozco al maldito concinero Arody Honore Benassi. Tampoco a su víctima Tatiana Mares, pero cuando leí la información en el periódico Vanguardia acababa apenas de terminar una novela de Enrique Serna que se llama “La sangre erguida”. La novela está ambientada en Barcelona y me ceñiré al caso: un hombre de unos 50 años coloca al borde de la muerte a una mujer. Intenta estrangularla porque la fémina se había burlado de su virilidad. El resultado: la cárcel. 15 años sin derecho a libertad condicional. En Saltillo, por el mismo delito, un cocinero de alta escuela ha podido comprar justicia a los mercaderes de Coahuila. ¡Qué vergüenza para el gobierno de la gente!

Brother: ¿Quieres que te dé un norte? En Coahuila la justicia tiene precio. Se vende al mejor postor.

Malditos agentes del ministerio público que mañosamente conducen las investigaciones, malditos también los jueces y juezas cobardes que dictan sentencia a espaldas del pueblo porque no hay nadie que les exija, y malditos también los magistrados de toda laya que cubren todas las corruptelas.

¿Qué pasaría si Tatiana Mares fuera hija de algún magistrado o de algún alto funcionario del Gobierno de la Gente?

Ai lo dejo sólo como pregunta….

viernes, 19 de noviembre de 2010

Educación, la catástrofe silenciosa que ya llegó...

Hace unas semanas se supo que sólo tres de cada 10 profesores aprobaron el examen de oposición y lo más grave es que de esos tres la mayoría pasaron de panzazo por lo que es fácil inferir que no saben leer y tienen problemas para dominar las operaciones básicas de la aritmética.

Lo anterior demuestra que el subsistema de escuelas normales en el país funciona en medio de la podredumbre que se genera en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación según Gilberto Guevara Niebla quien fue subsecretario de educación básica en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

Guevara Niebla sostiene en su libro La catástrofe silenciosa que el subsistema de normales del país se nutre con los funcionarios sindicales que al término de su trabajo en las distintas carteras del SNTE se reintegran a la docencia en alguna escuela normal porque éstas se encuentran homologadas al Instituto Politécnico Nacional por lo que las percepciones salariales son más altas que en las escuelas secundarias y de educación básica.

Gilberto Guevara deja claro que la grilla sindical no va de la mano con la inclinación a la cultura y sostiene que las deficiencias académicas de los exfuncionarios sindicales son dolorosamente monumentales.

En Coahuila, por una decisión tomada por el dirigente de la Sección 38 del SNTE Carlos Moreira Valdés, no es requisito indispensable el examen de oposición para que los maestros encuentren acomodo dentro de las aulas, sobre todo si son hijos o nietos de profesores.

Las víctimas directas son los miles de alumnos de primaria y secundaria que son promovidos a los grados superiores sin el dominio pleno y total de los contenidos de los programas educativos, porque ni siquiera los profesores los dominan. Lo anterior es harto doloroso porque el magisterio nacional adherido al SNTE diariamente trabaja para conformar una patria que se nos está diluyendo entre las manos por el analfabetismo funcional que campea en los cuatro puntos cardinales del país. Según la prueba ENLACE (Examen Nacional para la Calidad Educativa), los niños y los adolescentes mexicanos se encuentran en los últimos lugares de la lista de los países que pertenecen a la OCDE, Coahuila en particular, ocupa el último sitio por debajo de los estados más pobres de este país.

Por lo anterior no es gratuito que en la pujante e industriosa capital de Coahuila donde se presumen los puentes de la gente sólo haya dos o tres librerías con escasa oferta, pues para conseguir la obra de Truman Capote, el autor de los textos A sangre fría, Música para camaleones, Los perros ladran y Desayuno en Tiffanys, tuve que ir a la librería Ghandi en Monterrey y a las librerías subterráneas del metro en Ciudad de México. Las bibliotecas públicas funcionan en las mismas condiciones dolorosas: no hay lectores. En la obra La Náusea de Jean Paul Sartre el personaje El Autodidacto leía a las diez de la noche en las bibliotecas públicas de París. En Saltillo cierran a las siete de la tarde y no abren ni los sábados ni los domingos. ¿Para qué?, si en México sólo se leen 2.7 libros per capita al año, mientras los europeos, japoneses y norteamericanos leen un libro por semana en promedio.

En México, donde de acuerdo con el artículo tercero de la Constitución General de la República la educación debe ser gratuita y con una tendencia hacia el desarrollo pleno de la personalidad del sujeto en sus tres esferas afectiva, académica y motriz no funciona y el pueblo, víctima final de las deficiencias del sistema educativo no ha sabido ni querido exigir una educación de calidad para sus hijos.

En febrero de 1992 en su número 170 la revista Nexos publico un largo artículo de Gilberto Guevara Niebla bajo el título de El malestar educativo en el que el autor expresa que “La educación es una parte privilegiada de nuestra herencia institucional y cultural. Desde el momento en que México se liberò de la tutela colonial, hombres distinguidos como el doctor José María Luis Mora y Valentín Gómez Farías vieron en la educación una palanca formidable para lograr la liberación del pueblo mexicano del influjo espiritual del feudalismo y el colonialismo. El ideal democrático, decía el Nigromante, se consumaría combinando ayuntamientos con escuelas. Algunos liberales de la Reforma vieron en la instrucción un medio para conjurar las desigualdades que podrían surgir con el libre mercado. Juárez conceptualizó a los servicios educativos no como beneficiencia sino como un derecho del pueblo y Gabino Barreda soñó con una educación científica para cada ciudadano. Don Justo Sierra la contempló como medio para formar élites dirigentes comprometidas con el pueblo y con la nación, en tanto que Flores Magón vio en ella un camino hacia la libertad. Sin embargo, el empeño nacional en pos de un servicio educativo para el pueblo se vio postergado por las convulsiones sociales del siglo XIX y no fue sino después de la Revolución Mexicana, con la fundación de la Secretaría de Educación Pública por Vasconcelos, que el ideal de redimir mediante la escuela comenzó a materializarse”.

Definitivamente, la redención de las masas en nuestro país no se ha logrado a través de la educación pública y por el contrario, cada vez se fortalece más la educación privada que va dirigida a las élites de este país porque los ricos si saben el valor de la educación. El pueblo no, por eso vemos que dirigentes charros como Tereso Medina Ramírez de la CTM que tiene más de un lustro de chupar la sangre de los obreros caguameros de futbol dominical por televisión, porque sin una educación de calidad no han adquirido la conciencia a la que se refiere Alberto Camus en su bellísimo texto El mito de Sísifo en el que dice que el obrero actual trabaja durante todos los días de su vida en las mismas tareas y ese destino no es menos absurdo que subir y ver caer desde la cima de la montaña una roca, y luego volverla a subir, así, por toda la eternidad. La diferencia entre Sísifo y el obrero actual víctima de la baja calidad educativa estriba en que Sísifo es conciente de su destino y el proletario de nuestros días no.

Por otra parte, es injusto culpar de la maldad educativa sólo a los profesores, porque éstos no son más que proletarios de cuello blanco y para cerrar cito de memoria un párrafo del libro El triste porvenir de los países latinoamericanos de Francisco Bulnes, el escritor maldito quien sostiene que cuando en la alimentación de un pueblo faltan las proteínas, la imaginación se paraliza, los impulsos cesan, se declara la inanición mental con el delirio lúgubre de un silencio absoluto del que surge una tumba sin inscripción: la del carácter. Pueblos sin carácter no pueden ser demócratas.

Pero, ya sea por el carácter convertido en un silencio absoluto, por la alimentación a base de maíz y fritangas o por la burrez del magisterio nacional, la realidad es horrorosa: la educación pública no sirve.

Para Dictamen Radiofónico

Juan Cisneros Cortés

¿Por qué no cierran la Narro? La Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, el cáncer que carcome a Saltillo. Es la vergüenza de la educación.

Cuando yo era adolescente, los estudiantes de la Escuela Superior de Agricultura Antonio Narro ya eran famosos en un pueblo que en 1970 tenía menos de 200 mil habitantes.

Los pelones de la Narro, como se les conocía a los novatos hacían de la calle Victoria la cantina más grande de Saltillo. Sus conductas quedaban impunes porque los policías les tenían miedo y los políticos pavor. Eran el cártel mejor organizado de la época. Los políticos priistas hablaban de que los agrónomos eran los nuevos magos que harían producir el campo mexicano con métodos científicos. En pocas palabras, serían los productores del maná bíblico del pueblo judío que vagaba por el desierto en busca de su libertad luego de ser esclavo de los egipcios.

Burros de entrada, machistas de botas picudas, novios de las estudiantes de la Benemérita Escuela Normal de Coahuila, los Pelones de la Narro constituían un fenómeno sociológico a estudiar, pues se sentían por encima de los estudiantes del Tecnológico de Saltillo y del Ateneo Fuente con quienes mantenían un pleito constante y por menos que quítame estas pajas se liaban a golpes en cualquier esquina como seres primitivos. No había motivos, sólo las razones que les dictaban las tripas remojadas en alcohol.

Al interior del campus universitario eran una partida de cobardes que abusaban de los estudiantes de nuevo ingreso y éstos a su vez, repetían la historia hasta el infinito. Las novatadas llegaron a su fin en 1977 luego de que un grupo de estudiantes quedó seriamente dañado. Eran tiempos de impunidad y no había resultados que justificaran la existencia de esta universidad agraria pues en el desierto mexicano no hacen falta ingenieros agrónomos sino agua. En el desierto mexicano las prácticas agrícolas son onánicas. De Onán (O-n-a-n) el personaje bíblico.

En 1975 en la vieja Zona de Tolerancia de la colonia González, un estudiante se liaba a golpes con un cobarde policía judicial. Para suplir su desventaja física el policía sacó su arma de cargo y asesinó al escolapio de la Narro. Esto desató la furia del Cártel de la Narro y bajaron en montón a exigir justicia al gobierno de don Eulalio Gutiérrez Treviño. Lograron una jugosa indemnización. En ese entonces estrenaban autonomía. De Escuela Superior de Agricultura pasaban a ser parte de la pomposa Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. Empezaban los tiempos del saqueo, de la baja calidad académica, del manejo político de los estudiantes. Se comenzaba a generar el mito de la Narro, de sus estudiantes. Venían de todo el mundo. En la década de los 80 Mario Castro Gil dio vida al maíz enano que a más de 30 años de su nacimiento no se cultiva en México sino en China. En esa misma década los estudiantes egresaban y el gobierno lopezportillista les entregaba a cada uno una camioneta, unas botas picudas y una hielera de cerveza. Recorrían el desierto mexicano sin resultados.

En la misma década eran famosos los desfiles chuscos. Como sodomitas reprimidos, los estudiantes de la Narro salían del closet vestidos de mujer y desfilaban por las calles principales de Saltillo. Después del espectáculo, invariablemente había quejas de los dueños de los depósitos de licor y cerveza pues eran saqueados por los estudiantes de agricultura. Esto se terminó al despuntar la década de los 90 cuando Rosendo Hitler Villarreal Dávila era alcalde de Saltillo.

A partir de estos años, la clase política dirigente de esta universidad se empezó a dar cuenta de que la demanda para ingresar al campus universitario en calidad de alumno iba a la baja. El negocio se venía abajo mientras la perversidad de los rectores y de sus adláters buscaban rutas alternas para mantener viva la podredumbre en que se había convertido la universidad agraria. No batallaron mucho: irían por los pobres de los más pobres a los estados del sur del país. De esta manera, Saltillo empezaría a recibir a estudiantes de Guerrero, Morelos, Veracruz, Tabasco y Chiapas, entre otros.

La falta de empleo provocada por las recurrentes crisis económicas en que se ha visto inmerso el país haría que esos estudiantes, luego profesionistas sin empleo se quedaran en Saltillo al grado de que en uno de sus informes Enrique Martínez y Martínez llegó a reconocer que era imposible terminar con el rezago de la ciudad porque la población aumentaba un 10% cada año.

Todo lo anterior, sumado a la voracidad de las mafias que controlan una universidad con un presupuesto jugoso ha hecho que el campus universitario se convierta en un mugrero con niveles académicos bajísimos donde el poder se defiende con dientes y uñas. Así ha sido durante muchos años.

Hoy está inmerso Jorge Galo Medina Torres el rector que intenta sacar adelante el fraude electoral al estilo del viejo PRI porque Galo Medina es un anciano mapache con amplia experiencia en las prácticas nefastas del PRI.

En la Narro sólo falta meter la Tarjeta de la Gente y los Zapatos y los uniformes escolares. Todo a tono con la época. La Narro está convertida hoy en un basurero que debería avergonzar a los saltillenses. Es una universidad que desde hace mucho debió haber cerrado sus puertas pues a los gobiernos, tanto priistas como panistas les resulta más barato llevar limosna a los campesinos flojos que enseñarlos a producir.

¿Absolverá la historia de Humberto Moreira?

Brother:

Ayer, durante la entrevista que le hacías al alcalde de Saltillo pensaba rápidamente en los políticos del pasado. Me preguntaba por el leit motiv que mueve a los hombres en su búsqueda constante del poder en una sociedad funcionalmente analfabeta como la nuestra, donde la democracia es un mito porque los votos que entran en las urnas han tenido el precio del atraso en aspectos tan fundamentales como educación, seguridad y justicia.

Cuando el profesor Humberto Moreira Valdés hacía sus pinitos como Jefe del Poder Ejecutivo de Coahuila dejaba claro que una nueva camada de políticos lo acompañaría en su encomienda. Desdeñaba así a los políticos experimentados y anteponía su juventud en la empresa más importante que ha emprendido.

A casi cinco años de haber jurado como gobernador, Coahuila padece taquicardia, su corazón late aceleradamente mientras soplan los vientos de la sucesión gubernamental en medio del sopor que produce el control absoluto de todo lo que se mueva en la entidad.

Igual que en la Alemania nazi y en la Italia de Mussolini hay un solo bando, un solo partido. La bandera del Gobierno de la gente cobija por estos días a tirios y troyanos. No son tiempos en que se pueda disentir y esto se refleja en las columnas de los diarios. Quienes andamos en la quinta década de vida no recordamos tiempos en que el inconciente colectivo haya sido bombardeado con miles de mensajes en los que se da cuenta de la enorme obra pública que emprende el Gobierno de la gente.

Desde los condones y los zapatos de la gente pasando por sus farmacias, los puentes se yerguen majestuosos y ya empiezan a transformar al viejo Saltillo al que con cantera rosa le dio forma Óscar Flores Tapia. Lo mismo sucede en el interior del estado. Ni duda cabe que Coahuila avanza en la mayor parte de los rubros.

Sólo hay tres pintitos en este blanco arroz y tienen nombre: educación, seguridad pública y justicia.

Contrario a lo que decía Porfirio Díaz: en Coahuila hay mucha política y mucha administración; el gobernador Moreira debe empezar a tenerle miedo al juicio implacable de la historia porque a diferencia de Fidel, la historia no lo absolverá.

Sin educación de calidad la gente no puede exigir ni seguridad pública ni justicia.

¿De qué sirven los uniformes y los zapatos de la gente si el caprichoso hermano del gobernador de nombre Carlos, que regentea la Sección 38 del SNTE se opone al examen de oposición?

¿De que sirven los uniformes y los zapatos de la gente si las escuelas normales de Coahuila siguen produciendo a los profesores más impreparados del planeta?

Coahuila, en lo que va del sexenio ha tenido tres secretarios de educación pública y va por el cuarto, pero al final nos daremos cuenta de que de todos ellos no se hace uno.

Por eso vuelvo a la premisa planteada al inicio de mi comentario: los motivos que tienen los políticos para encaramarce en el poder, si esos motivos son tan primitivos, tan pavlovianos, tan de estímulo respuesta que hacen a la gente aplaudirle al gobernante en turno, pero que no tienen conciencia de la historia.

La administración estatal que hoy nos apabulla con mensajes de grandeza, es igual al gobierno imperial de Enrique Martínez y Martínez, similar al gobierno que parecía aspirar materia fecal de Rogelio Montemayor, y muy igual a los gobiernos chapuceros de Eliseo Mendoza Berrueto y José de las Fuente Rodríguez.

Todos los gobernantes del ayer se encuentran en el basurero de la historia.

El pueblo analfabeto sigue aplaudiendo a quienes transformen el presupuesto en migajas.

¿Humberto será la excepción a la regla? No creo, la historia no lo absolverá. Porque la historia, esa de los analfabetos funcionales, es implacable.

El charrismo sindical

El 16 de abril de 1974, más de seis mil obreros se quitaban los grilletes de la esclavitud para colocar las banderas rojinegras en las tiznadas paredes de las fábricas CINSA y CIFUNSA. Los obreros protestaban porque los amos les habían hecho de agua el aumento salarial de ese año y porque ya estaban hartos de los dirigentes charros encabezados por Gaspar Valdés Valdés.

La huelga se prolongaría hasta el dos de junio de 1974, cuando, casi derrotados por hambre, los obreros regresaban a sus puestos de trabajo, donde de nuevo, los amos les colocaban los grilletes para reiniciar el proceso de rabiosa explotación, pues por aquel entonces, un obrero de CIFUNSA ganaba el equivalente a unos 10 dólares por semana.

Las fotografías tomadas a los obreros en huelga producen ternura porque la mayoría de ellos procedía del campo y todavía no se acostumbraban a vivir sin el sombrero. Por aquellos años, los periódicos de Saltillo se refugiaban en el silencio còmplice por temor a los hermanos Isidro y Javier López del Bosque quienes materialmente eran los dueños de Saltillo.

Los historiadores de la época se refugiaban también en la complicidad del silencio. Armando Fuentes Aguirre quien ya arrastraba el mote de Sa-Catón, durante estos 36 años no ha escrito nada sobre el movimiento obrero que cimbraba las estructuras sociales de aquellos años. Por el contrario, Jorge Fuentes Aguirre, hermano del Cronista de Saltillo se dio a la tarea de escribir la biografía de la familia López del Bosque en una lujosa edición que circula en la élite industrial empastada en piel. Por supuesto, en pellejo de obrero.

Nadie ha dejado constancia de que después del conjuro de la huelga CINSA-CIFUNSA, más de dos mil obreros fueron echados a la calle por los católicos hermanos López del Bosque. En una abyecta complicidad con los dirigentes charros, los obreros fueron colocados en las temibles listas negras que en aquel entonces equivalían a una sentencia de muerte por hambre, pues los patrones hambreadores eran dueños de todo el pueblo. Años de tristeza aquellos para muchas familias de Saltillo cuyo único pecado era el haberse quitado los grilletes de la esclavitud para protestar por los bajísimos salarios y por haber depuesto a los charros de la época.

En aquellos años el haber participado en la Huelga de Saltillo equivalía a llevar tatuado en la piel el símbolo de la bestia. Mientras los obreros deambulaban con la cerviz doblada, los charros que encabezaba Gaspar Valdés Valdés comenzaban una nueva época enriqueciéndose al vender caro el sudor de los obreros.

A la llegada de la General Motors cuando despuntaba la década de los 80 el charro Gaspar Valdés fue el encargado de negociar lo más que pudo, que la armadora transnacional no pagara suculentos salarios para impedir una desbandada de obreros del Grupo Industrial Saltillo. Hace alrededor de diez años que la vida cargada de vileza de Gaspar Valdés llegó a su fin, la CTM contrató más de 500 obreros para honrar el funeral del dirigente charro que desde entonces se cuece a fuego lento en los infiernos.

El cacique sindical fue sucedido por Tereso Medina Ramírez, un sujeto sin escrúpulos y que gracias a su mediana ilustración se encuentra convertido en un dirigente de uñas enormes que se ha enriquecido tanto con las cuotas sindicales de los trabajadores como con las componendas que mantiene con el Grupo Industrial Saltillo, la Lechera Lala y el Infonavit. Fuentes cercanas a Medina Ramírez sostienen que tanto el GIS como Lala entregan más de 200 mil pesos mensuales al dirigente charro para sus gastos personales y el Infonavit, donde cobra como consejero le entrega la nada despreciable suma de 50 mil. Lo anterior sólo en la región sureste de Coahuila pues agregue usted lo que cascarea en el interior del estado, donde también tiene sometidos a los trabajadores para garantizar a las empresas un proceso rabioso de explotación que Tereso Medina Ramírez llama pomposamente la nueva cultura laboral, que no es otra cosa que la entrega de los derechos de los obreros a los dueños de las fábricas. Actualmente el salario de los obreros automotores se ha reducido considerablemente.

En diez años Tereso Medina Ramírez ha remontado su origen miserable. A finales de 2007 en algunas columnas periodísticas se filtraba la información de que el charro cetemista acababa de adquirir la casa que en vida perteneció a Jorge Masso Masso. El precio de mercado de este bien inmueble es de alrededor de 500 mil dólares, unos cinco millones de pesos.

Para irse a vivir al fraccionamiento Bugambilias, Tereso Medina Ramírez, el charro cetemista tuvo que dejar otra casa ubicada en Bellaunión y construida en un terreno de por lo menos media hectárea. La vieja casona, remodelada a todo lujo, reposa a la sombra de nogales frondosos. Al frente una enorme barda custodia la intimidad de este siniestro personaje del sindicalismo y cada mañana salen dos camionetas Ford tipo Lobo “ muy chidas, una color plata, otra negra” según cuenta un lugareño adolescente.

Además de lo anterior, también fuentes cercanas sostienen que Tereso Medina Ramírez adquirió un rancho que en vida pertenecía al enajenador de multitudes apodado El Piporro.

Durante los actos del PRI, el charro cetemista llega en distintas camionetas último modelo de las que desciende con el puro encendido y un sombrero de hacendado.

Nadie sabe a ciencia cierta de dónde viene Tereso Medina Ramírez, lo que sí se sabe es que ha escrito las páginas más negras del sindicalismo en la región Sureste de Coahuila.

Actualmente Tereso Medina es diputado federal plurinominal, ya fue diputado local y regidor del Ayuntamiento de Saltillo.

Los cetemistas viejos todavía lo recuerdan conduciendo un viejo marquis azul en el que se transportaba a su casa de Infonavit ubicada en la colonia Valle de las Flores, allá por el panteón Santo Cristo.

Otros más lo recuerdan viviendo en un cuarto de servicio en lo que fue la clínica Vasco de Quiroga del doctor Manuel Ortiz de Montellano. Cuentan que en aquellos años Tereso Medina llegó a pensar seriamente en suicidarse, pues era tanta la adversidad de su existencia, al grado de que pasaba hambre cuando era procurador obrero allá en el edificio Coahuila. Tal vez estos sufrimientos le endurecieron el alma, al grado de volverse insensible ante la miseria de los obreros de esta región,

Tereso Medina Ramírez llegó a San Lázaro por la vía plurinominal porque el PRI desconfió de que pudiera ganar su elección como sucedió hace una década. Sea como sea, y al margen de la escasa conciencia de los obreros, Tereso Medina es el dirigente charro más odiado por el sector de los trabajadores.

En el Valle de las Flores lo odian tanto, que cuando se presentó como candidato a diputado local lo apedrearon. No olvidan que Tereso Medina personalmente echó a la calle a su cuñada, junto con sus sobrinas.

Hace unos días Tereso Medina Ramírez rindió su primer informe como diputado. Por supuesto, no dijo nada de su riqueza malhabida. Los obreros ni cuenta se dieron de este acto porque viven en el mundo ilusorio de televisa.

Aparte de la manida frase de la nueva cultura laboral, el charro cetemista y los industriales corruptos ha torcido el espíritu de la bellísima frase con la que culmina el Manifiesto Comunista de Federico Engels: “Proletarios uníos…pero para joderlos mejor…”

Para Dictamen Radiofónico

En el 610 de AM (Radio Lobo)

Juan Cisneros Cortés.

Carta a Eduardo Villarreal Dávila (SAGARPA) Hermano del ladrón Rosendo Villarreal Dávila.

C. EDUARDO VILLARREAL DÁVILA
DELEGADO EN COAHUILA DE SAGARPA
P R E S E N T E

Antes de dar forma al presente escrito recordaba que usted es parte de la ultraderecha rabiosa que gobierna este país; es además, hermano del exalcalde de Saltillo que en dos años encarceló a más de 30 mil saltillenses por un delito que no debería cobrarse: la pobreza. Pero además, es usted hijo de un exalcalde priista que en 1941 encarceló a 55 mil ciudadanos por el mismo delito, ser pobres.
No obstante lo anterior quiero pensar que por su condición física tenga alguna fibra de sensibilidad diferente a sus consanguíneos, y atienda mi queja con base en la normatividad que marca la dependencia que usted dirige.
El asunto es simple. A finales de agosto del presente año llegué al CADER de Ramos Arizpe (no sé qué significa esto) a preguntar por un proyecto productivo que entregué en tiempo y forma y al preguntarle a una dama que ahí trabaja me dijo que el ingeniero Quintanilla no se encontraba, que andaba en el banco en asuntos personales y que no había otra persona que me diera información. Con calma le dije que no había problema que iría a la CFE a otro asunto y que luego regresaría.
Una media hora después me presenté de nuevo en la dependencia y la misma dama me atendió diciéndome que el ingeniero Quintanilla no había llegado y que no había alguna persona que me diera información y que si quería podría regresar unos tres días después. Ante este desplante de ligereza y de corrupción burocrática le dije que si así trataban a los campesinos. Ante el reclamo, la mujer sólo agachó la cerviz y así se mantuvo unos segundos, segundos que bastaron para que de una pequeña oficina saliera un sujeto de rostro repulsivo diciéndome:
- ¡Qué chingaos quieres pendejo, tú no eres campesino¡
- No, soy un ciudadano común – le contesté-
- Vienes borracho –me dijo.
- Tienes el alcoholímetro en la mano –le dije.
- No me grites –sentenció mientras tomaba el aparato telefónico y gritaba: llame a la policía este individuo está alterando el orden en esta oficina.
- A ti no te vamos a atender, no eres campesino –reiteró.
- Pa’ empezar deja de gritarme, dame tu nombre –le reconvine.
- No te lo voy a dar y házle como quieras y vénte a agarrarnos a chingazos allá afuera.
El sujeto era para esos momentos un energúmeno (un tipo poseído por el demonio). Hago esta aclaración porque supongo que usted no sabe el significado de la palabra porque es un hombre que como su familia se ha dedicado a hacer dinero al amparo del poder público como su católico hermano Rosendo.
Por lo anterior, le hago llegar esta queja porque ya he hablado con todos los funcionarios públicos bajo su mando y todos me han mandado a la chingada. (La chingada según Octavio Paz es un lugar remoto, tan lejano como la China, pero que para gente como usted, analfabeto funcional, es un insulto y una mala palabra, pero que el abuso de sus subordinados, como tal, palabra abuso, no es una mala palabra, sino el pan de cada día).
Indagando con paciencia me daría cuenta después de que energúmeno en cuestión se llama Álvaro Rivera y es técnico B del CADER de Ramos Arizpe quien hasta el momento ha sido protegido de manera criminal por todos los funcionarios a quienes he presentado mi queja. Desde Ramos Arizpe hasta Saltillo los burócratas lo han escondido. Me daría cuenta después también de que el bajo salario que perciben los burócratas del agro los torna proclives a la corrupción, a la desvergüenza y al cinismo; pero además les genera una conducta de perros rabiosos. Pero es más duro saber que usted es el representante de todos estos vicios.
También me he dado cuenta de su desvergüenza como delegado de SAGARPA. Ante su incapacidad para meter orden entre sus subordinados ha recurrido a las argucias legaloides para amedrentarme presentando una denuncia ante la Procuraduría General de la República a través de su departamento jurídico. ¡Adelante delegado¡ Me dará mucho gusto responder ante esta instancia para exhibir su vileza. Esto les viene de familia.
Pero si todavía tiene una pizca de vergüenza, cese de inmediato de sus labores a la persona señalada en este escrito como el responsable de haberme agraviado.


Saltillo, Coah. 08 de septiembre de 2010.


C. JUAN CISNEROS CORTÉS