lunes, 24 de septiembre de 2007

La reforma electoral en Coahuila

RCG y el chantaje.
Desde el Senado le levantan la canasta a Roberto Casimiro González. ¿Dejará de mamar y dar topes al erario?


En Coahuila la Reforma Electoral tiene un destinatario: RCG. Con la prohibición expresa de la propaganda política o electoral que denigre a las instituciones, a los partidos o a las personas, la empresa de Roberto Casimiro González se encuentra entre la espada y la pared, pues durante los últimos años ha fincado su política editorial denostando a las organizaciones contrarias al PRI. De esta manera el dueño del negocio radiofónico y televisivo ha amasado una fortuna considerable que le permite ostentar vehículos de tierra y aire y presumir al auditorio de que cuentan con la tecnología más moderna.
Durante los últimos meses RCG se ha visto envuelta en escándalos de corte judicial protagonizados por su exlocutor estrella Marcos Martínez Soriano, quien se encuentra demandado por el exgobernador Rogelio Montemayor Seguy; y aunque aparentemente ha librado la demanda que presentó el PAN en 2005, la realidad es que el concesionario se encuentra en la mira de la Dirección de Radio, Televisión y Cinematografía de la Secretaría de Gobernación.
Además, con el impedimento a los partidos para adquirir o contratar por sí o por terceras personas, tiempos en cualquier modalidad de radio y televisión, el mal llamado Canal de Casa tendrá que buscar otras formas de financiamiento, ya que también los gobiernos estatal y municipal tienen prohibida la compra de espots en épocas electorales, pues esta atribución corresponderá al Instituto Federal Electoral, por lo que la posibilidad de chantaje a los funcionarios municipales, estatales y legislativos desaparece.
Como se ha publicado en este modesto medio, uno de los rubros de ingresos de RCG ha sido el chantaje a los alcaldes de los 38 municipios de Coahuila como quedó establecido en una demanda penal, presentada contra esta empresa televisiva a principios de la década actual y en la que el presidente municipal de Torreón hizo público que funcionarios de la televisora local le exigían un pago mensual de 250 mil pesos para que cesaran los ataques en su contra.
Durante la administración de Enrique Martínez y Martínez, durante una entrevista de corte felatórico como las que acostumbraba a hacer el exsicario de RCG Marcos Martìnez Soriano, el conductor mandó a corte comercial y EMM se le quedó mirando y le dijo:
- Sí Marcos, entiendo que tienes que mandar a corte comercial pues las empresas de televisión viven de sus anunciantes.
La Paloma se le quedó viendo y luego bajó la mirada. El mensaje de Enrique Martínez y Martínez era directo para Roberto Casimiro González, pues en Saltillo, todos sabemos que RCG vive del chantaje a los funcionarios públicos como ya ha quedado constancia en las barandillas de las agencias del ministerio público en Torreón en el caso de referencia.
En RCG polveó la vara de la reforma electoral. Desde el Senado le levantan la canasta a Roberto Casimiro González. ¿Dejará de mamar y dar topes al erario? Muy difícil.

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