viernes, 6 de julio de 2007

¡Hágase nuestra santa voluntad!: Cártel de los Moreira.

  • El miedo primero y después la conveniencia de los medios, hace que la crítica no se escriba en los periódicos ni se comente en los medios electrónicos, pero surge espontánea en las cantinas, en los cafés y en los figones elegantes.
  • El arribo de Rubén al PRI puede ser parte de una estrategia de largo aliento del Cártel de los Moreira para colocarlo en posición de ocupar la gubernatura, ya sea constitucional, sustituta o interina.
  • Con Ricardo Álvarez el grupo gobernante se ha echado un alacrán al seno por el cúmulo de información que posee.
  • La defenestración de Jesús Ochoa Galindo molesta a la vieja clase política, porque ¿quién sigue?...
  • "Lo que hacen en el PRI son chingaderas y nadie dice nada": Sergio Reséndiz Boone.
  • El nepotismo de Humberto.
  • ¿Realmente comparte el poder con sus hermanos el gobernador?
  • Rubén define al gobierno de la gente con un nuevo calificativo: socialista.
  • El eje del mal: Saltillo, Caracas y La Habana.


  • A 18 meses apenas de haber tomado el poder, el cártel gubernamental de Coahuila aplasta todo lo que encuentra a su paso: silencia a la prensa, acorrala a los empresarios, se apodera de la universidad pública, controla a los magistrados, depura el equipo, actúa con fuerza inusual contra pequeños grupos marginados como el de Loma Linda, encarcela a opositores que antes fueron aliados como Isaac Montenegro Herrera, tiene de rodillas al Congreso, mientras Rubén desde el PRI sentencia a muerte en las urnas a la derecha rabiosa.
    Si todo les sale bien, en el segundo tramo del sexenio serán señores de horca y de cuchillo y eternos dueños del poder.
    El fascismo toca a las puertas de Coahuila envuelto en los harapos de la democracia populista de Hugo Chávez, y no hay nada qué hacer.
    Aparentemente en estos momentos El Cartel de los Moreira se encuentra disfrutando sus mejores momentos de poder y de gloria. La historia se comenzó a escribir en diciembre de 2006 cuando Eloy Dewey Castilla, entonces presidente del Instituto Coahuilense de Acceso a la Información fue depuesto mediante un proceso que atinadamente se calificó como 'Rubenazo'. Dewey Castilla les estorbaba no sólo por su añeja cercanía con el exgobernador Enrique Martínez y Martínez, sino porque se estaba tomando muy en serio el papel ombudsman de la información.
    Como en cascada, desde entonces han seguido otras manifestaciones que se antojan exageradas en cuanto al uso y abuso del poder: la salida por la puerta trasera de Óscar Pimentel González de la Secretaría de Gobierno; la embestida que culminó con el abandono por 'motivos de salud' de la Contraloría General del Poder Legislativo de Coahuila de Ricardo Álvarez García; el anuncio de la llegada inminente y sin opositores de Rubén Moreira Valdés a la dirigencia estatal del PRI; el adelanto de las elecciones en la Universidad Autónoma de Coahuila; el proyecto de reforma electoral que beneficiará al PRI con la reducción de diputaciones plurinominales y que permitirá que los funcionarios, tanto priistas como panistas sigan haciendo uso de los recursos públicos cuando pretendan brincar de un cargo a otro, y la prolongación a 15 años de la permanencia de los actuales magistrados del Poder Judicial, son sólo algunas de las manifestaciones de poder absoluto con tintes de fascismo de los capos del gobierno de la gente.
    Junto a lo anterior, Coahuila atraviesa por estados de temor, de indignación callada, de frustración política y de aceptación que lo mismo involucra al ciudadano común, al político de medio pelo, al estudiante, al empresario y por lo menos a algunos líderes de partidos de oposición, porque los dirigentes obreros que medran desde la CTM, la CROC y la CNOP están apesebrados en el corral del PRI, el partido que hoy dirige el hermano que ostenta el mayorazgo del clan del gobernador, con la esperanza de que los candidatos priistas triunfen en un proceso electoral que se presentará el año que entra, por primera vez en la historia, con los peores augurios para el priismo coahuilense.
    Bajo la cascada de acontecimientos que ellos mismos han provocado, al Cártel de los Moreira le comienza a llover sobre mojado, porque si bien, por temor y arreglos económicos, la crítica no se escribe en los periódicos ni se comenta en los medios electrónicos, existe en la calle y en los cafés, en la cantinas, en los figones de postín, en el casino, en los clubes elitistas, en las redes telefónicas de los panistas y en Internet.
    En esos lugares lo mismo se dice que Óscar Pimentel y Jesús María Ramón preparan sus venganzas. Por distintas razones no quieren a los Moreira. El primero porque fue despedido de manera vergonzosa luego de haber sido uno de los poquísimos que se enfrentó a Raúl Sifuentes en los momentos álgidos de las campañas políticas de 2005; Chuy María porque piensa que a través de chicanas, los actuales dueños del poder en Coahuila, desde hace tiempo han tratado de borrarlo del mapa político del estado a pesar de que es uno de los actores tradicionalmente populares.
    Y es que Ramón Valdés en medio del dolor que le provoca el desplazamiento, sabe que cuenta con la solidaridad tanto de Javier Guerrero como de Alejandro Gutiérrez, quienes también han sido víctimas en su momento de maniobras oscuras para hacerlos a un lado en la carrera gubernamental que apenas se inicia.
    Por otro lado, desde la salida de Ricardo Álvarez García, excontralor del Congreso de Estado, éste se ha convertido en un verdadero alacrán, por el enorme cúmulo de información con la que cuenta acerca de la mayoría de los políticos que han figurado tanto en la administración de Rogelio Montemayor Seguy, como en la de Enrique Martínez y Martínez. Al obligarlo a renunciar por 'motivos de salud', el Cártel de los Moreira ha comprado un enemigo de peso. Aparentemente en este pelito el gane lo lleva el gobernador Moreira; sin embargo, algunos observadores afirman que quien en realidad ha ganado, es Álvarez García por el futurismo político de que ha hecho gala, al negarse a presentar resultados adversos en la auditoría que se le ordenó, en contra de Guillermo Anaya Llamas, el primer compadre coahuilense de Felipe Calderón.
    El poder y la gloria de que disfruta actualmente Rubén Moreira Valdés tiene punto de comparación sólo con la forma en que fue calificado el paso de Vicente Fox por la presidencia de la República, cuando sus adversarios la llamaban Foxilandia, porque los conceptos expresados durante su breve andanza como candidato priista de la década de los 60, sólo existen en su cabeza, pues la supuesta fortaleza del PRI para volver al carro completo, la ideología socialista del gobierno estatal y su pose justiciera frente a las masas irredentas y analfabetas que nutren las filas de su partido, sólo encuentran acomodo en un discurso anacrónico desfasado de la realidad. No basta con convertirse en arriero de multitudes ni con el cambio de cencerro, pues mientras no se sepa que lo que se arrea son mulas, el espíritu de Don Quijote estará presente en el PRI convertido en Rubelandia.
    Como contraparte de lo anterior y aunque ahora la suerte está del lado de Rubén, después de que ha recorrido durante su campaña como candidato único a la presidencia del CDE del PRI redacciones de periódicos, estaciones de radio, semanarios y ha tenido a sus pies toda la escatológica estructura de RCG, todavía no convence a amplios sectores y para legitimarse ante el lumpenaje priista, que abarca todos los estratos sociales, ha tenido que echar mano de viejas prácticas como el acarreo y la entrega de despensas en las colonias más pobres del arrabal, si no per se, sí a través de sus ayudantes, seguramente todo esto, no le transformará la imagen pepefoucheanesca que se ha ganado ante la delgada franja pensante del priismo.
    No obstante lo anterior, y al margen de anacronismos y baladronadas políticas, algunos piensan que la llegada de Rubén al PRI es parte de una estrategia del largo aliento del Cártel de los Moreira, porque este hecho quitaría todos los candados del propio partido que en un momento le permitirían aspirar a cualquier puesto de elección popular, por la vía que se presente, sin ningún impedimento, incluyendo una gubernatura interina o sustituta, según se den las circunstancias. Este puede ser el motivo. Y ¡vaya motivo! Pues se trata de perpetuar el poder de manera faraónica, a través de los derechos de la sangre.

    Apretando el pescuezo del águila universitaria.

    Por la forma en que se han acomodado las cosas en el ámbito político, nadie sabe a ciencia cierta qué hizo en contra de los Moreira el exrector Jesús Ochoa Galindo para merecer la defenestración de su puesto a pesar de que durante su rectorado, esta institución fue colocada en lugares privilegiados dentro de las áreas de conocimiento y organización, según se desprende de las manifestaciones oficiales de esta institución. Le estaba yendo bien al rector. La Universidad cumplía medio siglo de existencia y en medio de los festejos, se anunciaba que se adelantarían las elecciones. Y así fue como con la banderola de Cero Marginaión, llegó el nuevo rector.
    Pese a que en 1973, en el papel, la Universidad de Coahuila pasó a Universidad Autónoma de Coahuila, en los hechos, la Máxima Casa de Estudios nunca ha gozado a cabalidad de independencia, por la apatía de la masa estudiantil y los temores a perder el empleo de los profesores e investigadores.
    Sin embargo, pese a que desde su fundación, el gobernador en turno siempre ha sido de facto el presidente de la junta de gobierno, ninguno se había atrevido a meter las manos en los asuntos universitarios, y aunque sabedores de que la manipulación de los preparatorianos y los estudiantes de los primeros grados han sido la clave para imponer rector, siempre se habían cuidado las formas, con excepción del año 1984 en que Jesús Ochoa Ruesga ocupó el despacho de rectoría como una forma de acotar el intento de Óscar Villegas Rico por colocar a su cuñado Valeriano Valdés en la torre rectoral.
    Por eso, a la vieja clase política, tan desacreditada por estos días, le ha sorprendido la salida de este puesto, anticipada y bajo sospecha, de Jesús Ochoa Galindo uno de sus cachorros, pero sobre todo le molesta su destino: un puesto de quinto nivel de kilométrico nombre, que ni siquiera vale la pena mencionar.
    De cualquier análisis se puede inferir que por estos días, tanto Enrique Martínez y Martínez como Miguel Arizpe Jiménez y José María Fraustro Siller se sienten incómodos y bajo amenaza, porque, ¿quién sigue? Otro cachorro de la antigua clase política: Fernando Donato de las Fuentes Hernández. Esto ha sido la constante. El uso y el abuso del poder, al exhibirlos ante la opinión pública como no afines al proyecto moreirista, aunque esto genere descrédito y deshonra profesionales, familiares y sociales en las víctimas.

    Los diputados… de rodillas. ¡Arrastrados!

    Pero por si lo anterior fuese poco, con la reforma electoral, el grupo gobernante pretende, bajo una mascarada política, la preservación de las fuentes de financiamiento para futuros proyectos.
    Del mismo modo, de acuerdo con las reformas legales recientes con las que los magistrados actuales, que fueron designados por Rubén -según denuncia pública del Foro de Abogados, que insistía en que no cuentan con los méritos profesionales suficientes- duren en el cargo 15 años, representa para algunos observadores el temor de los capos del cártel a perder las elecciones intermedias y por eso, al menos quieren tener de su lado al poder judicial, por si pierden el Congreso, aunque para otros, el Cártel de los Moreira se dará sus mañas para ganar los comicios del próximo año, por que dicen “han sido cabrones desde chiquillos…”.
    El trabajo ha estado a cargo de los diputados locales, quienes a estas alturas de su gestión ya muestran atrofia severa en las plantas de sus pies, pues durante este tiempo se han desplazado de rodillas. A los diputados coahuilenses de todos los tiempos el orgullo les ha durado sólo tres años, pero la vergüenza la tienen que cargar toda su vida, sin que falte algún ciudadano a quien pocas ganas le falten para escupirles el rostro por arrastrados.

    Cárcel a los amigos.

    Luego del tornado que azotó Piedras Negras en los primeros días de floréal, el gobernador, de manera directa acusó a algunos empresarios de la construcción y de otros giros de ser dueños de corazones ahítos de codicia, porque se mostraban reticentes a cooperar con el proceso de reconstrucción de la zona afectada por el fenómeno meteorológico. Desde la frontera, con palabras aladas más ligeras que los pies de Aquiles, Humberto era claro: se brincaría los preceptos de la Ley de Adquisiciones, Prestaciones y Servicios para entrar en un estado de discrecionalidad en la asignación de obra pública.
    La reacción fue rápida, pues desde las entrañas del empresariado surgían voces que reclamaban que sólo se cumpliera con la ley mientras protestaban por la imposición de gravámenes metaconstitucionales. El escándalo duró algunos días en la páginas de los periódicos, pero luego desapareció aunque hasta el momento no se han podido cuantificar los daños, pues la cobardía del capital espera siempre el momento oportuno para pasar sus facturas políticas a quienes detentan el poder. Este es otro de los frentes de guerra que tiene abierto el Cártel de los Moreira.
    Otro de los hechos que han llamado la atención en los últimos días, es el encarcelamiento de Isaac Montenegro, hombre de bien, antiguo aliado y amigo de Humberto. En este caso, aunque Rubén se ha mostrado como admirador de Benito Juárez, ha olvidado la máxima juarista que dice: “...con los amigos justicia y gracia, pero con los enemigos con la ley basta”. Este es un detalle que muchos podrían calificar como nimio; sin embargo, también pesará en el proceso electoral de 2008.
    En la cárcel también se encuentra Carlos Calderón, compañero de pupitre del gobernador.
    En el Parque las Maravillas, herencia de Rogelio Montemayor para Saltillo, Rubén tomaba posesión de su nuevo cargo a mediados de prairial en medio del paroxismo del lumpenaje priista: acarreados de todos los confines del estado, burócratas de medio pelo p’arriba y políticos desempleados que buscan un huesito para roer a gusto a la sombra generosa del gobierno de la gente.


    “Son chingaderas y nadie dice nada”: priista cupular que tiene ‘huevitos’, pero no tantos, como para enfrentarse al poder.

    Por las coyunturas políticas de su existencia como las de cualquier ser humano, durante un tiempo Rubén fue el palafrenero favorito de Óscar Pimentel González. Esta situación lo convirtió primero en un hombre obediente y disciplinado como estratega político porque tenía que tratar tanto con líderes de oposición como con las lideresas de las colonias; sin embargo, esto mismo lo convirtió en un ser metódico, frío e insensible al dolor humano. Al menos, esa es la imagen que se tiene de él en los distintos círculos sociales, políticos y empresariales. Rubén es el rudo dentro del gobierno, es el tras bambalinas arma la tenebra; es más, antes de que hablara de manera abundante ante los medios de comunicación, ya lo perseguía el mito de ser un émulo de José Fouché, el genio tenebroso de la Revolución Francesa.
    Ésta, es la personalidad a grandes trazos del hombre que se encuentra destinado por el poder, al que pertenece por derecho de sangre, a dirigir al otrora invencible PRI en medio de la inconformidad callada de sus connotados miembros, pues de acuerdo con la opinión de uno de ellos, "son chingaderas y nadie dice nada”. Al cuestionar a este personaje acerca de si se opondrá a la llegada de Rubén y de las reformas para que los magistrados sean casi vitalicios, contestó:
    - La verdad, sí tengo huevitos, pero no tantos…
    Luego vendría la sonora carcajada del entrevistador…
    Si el importante priista citado de manera tácita, reconoce que tiene 'huevitos' pero no tantos, se puede inferir que el resto de los varones adheridos al tricolor son emasculados. Parafraseando al Picos: "¡Qué lástima dan!" Total, el cinismo revestido de cobardía.
    En el contexto anterior de sometimiento priista a las decisiones de las cúpulas, es importante preguntarse si con este inicio sui generis de la nueva dirigencia el PRI podrá derrotar en las urnas a un Partido Acción Nacional que ya barrió en las elecciones federales del año pasado, en las que el expartidazo perdió cinco de los siete distritos electorales y las dos senadurías. Entre los damnificados se encuentran Alejandro Gutiérrez y Chuy María Ramón. Ambos resentidos con el gobierno de la gente.
    En otra arista del mismo asunto, la creación al vapor de organizaciones de todo tipo exhibe el temor de la nueva clase política a la derrota en los comicios del próximo año. De esta manera, al amparo de los recursos públicos han nacido asociaciones de mujeres y jóvenes cuyo objetivo inmediato es el activismo político a favor del PRI.
    Durante sus alocuciones que desde la prensa escrita y electrónica hacía Rubén a la república priista nunca reconoció el riesgo que corre su partido de verse rebasado por la derecha rabiosa; por el contrario, como en los viejos tiempos del cinismo político, hablaba del carro completo y de que la organización que dirige no volverá a poner la otra mejilla ante los golpes verbales de Acción Nacional.
    Seguro de sí mismo Rubén le agregaba un calificativo más al gobierno de la gente: socialista. E iba más allá al afirmar, apoyado en una frase de Juan Villoro que el socialismo es una actitud del gobierno frente a las necesidades de los pobres. Olvidaba el hermano del gobernador que en su esencia, la palabra implica el cambio de las estructuras económicas, a través de la lucha de clases, o a través de un programa apoyado en las urnas por las masas.
    Durante su paseo triunfal por los medios de comunicación, escritos y electrónicos, Rubén se olvidaba también de la vieja frase de que es más fácil engendrar un hijo que revivir un muerto, porque a él le tocará aceitar la herrumbrosa maquinaria priista a la que en 2005 le fueron colocadas computadoras, pero cuyos chips fueron desactivados un año después por los mochos de Acción Nacional que barrieron en la elección federal. Entonces, ¿dónde quedó el efecto Moreira que hizo al expartidazo levantarse con la victoria en los comicios gubernamentales?
    Por otro lado, Rubén ha soslayado de manera deliberada el peso específico de la vieja clase política a la que el moreirismo ha enviado al diván de las cosas rotas. Ha hecho a un lado en sus análisis de los enemigos que han surgido a la sombra de la administración actual y siguen como atilas de la política, pensando que donde ellos pisan ¿pisotean? No vuelve a crecer la hierba. Y ahí van. Así son y ahí están.
    A estas alturas del texto, vale la pena preguntarse el concepto de PRI que tiene "el compañero" Rubén. (Humberto dixit). ¿Lo ve acaso como Raúl y Fidel Castro Ruz miran al PCC? Porque hasta donde se advierte, ha mucho tiempo que los dirigentes del tricolor dejaron de hablar de nacionalismo revolucionario y de justicia social, y tiempo también hace ya, que en el espectro político han actuado peor que los diputados panistas que integran la derecha rabiosa en este país. En estos momentos de la historia, es necesario dejar claro que tanto el PRI como el Partido Comunista Cubano han perdido su rumbo original; han dejado de ser instrumento de lucha para la reivindicación de las masas y se han convertido, el primero, en un amalgama sin forma, que intenta sobrevivir a la hecatombe que ha provocado el PAN, y el segundo ha pasado de ser el valioso patrimonio de los cubanos para la defensa de los ideales de la revolución de la Sierra Maestra, a un instrumento de vigilancia fascista, de las actividades de los habitantes de la antigua Siboney.
    Antes de que Rubén saliera a las calles a proclamar su candidatura a la dirigencia estatal del PRI, los observadores políticos se preguntaba qué haría cuando ya tuviera el timón del expartidazo en sus manos para sacar la nave de las pacíficas aguas en las que hoy navega pero que seguramente se picarán en cuanto empiece 2008 y no se explicaban con claridad la táctica y la estrategia que seguiría el nuevo dirigente priista.
    Conforme iban desgranándose los días de mayo, la población se enfrentaba con un discurso anacrónico. ¿Socialismo? Se preguntaban en medio de la sorpresa, porque aunque diluido el concepto de globalización, la gente sabe que México es socio comercial de Estados Unidos y no alcanza a comprender cómo en esta parte del país, el gobierno de la gente no oculta su simpatía por todo lo que huela a sibonita, desde la educación hasta los métodos de gobierno que existen en la Isla desde hace más de medio siglo con Fidel al frente.

    El nepotismo de Humberto.

    Aunque ya se sabía que en la contienda priista Rubén Moreira no tendría contrincante; es más, ni siquiera un palero como sucedía en los gobiernos anteriores, el hecho suscitó comentarios en algunos medios de comunicación. Aunque en la capital del estado la mayoría son ‘generosamente maiceados’, muchos no se aguantaron e hicieron roncar su pecho para criticar el nepotismo gubernamental.
    El poeta Jesús R. Cedillo ha propuesto con sorna desde su espacio en Vanguardia, que se cambie el nombre de Coahuila de Zaragoza por el de Coahuila de los Moreira, porque el clan acapara los puestos políticos más importantes: Humberto, gobernador; Rubén, líder del PRI; Carlos, dirigente de la Sección 5 del SNTE y Álvaro, amo del Congreso.
    En la columna Templo Mayor de la cadena de diarios Reforma el 25 de mayo se publicaba el siguiente comentario: “Al que de plano se le hizo chico el mar para echarse un buche, es al gobernador de Coahuila Humberto Moreira a quien ya no le bastó controlar al gobierno estatal, pues sacó a su hermano Rubén Moreira de la Subsecretaría de Asuntos Políticos y Sociales y lo envió a la presidencia del CDE del PRI. Rubén registró su candidatura a la dirigencia estatal del tricolor y, ¡Oh! casualidad resultó ser el único aspirante y ganador de la contienda. Así que se prepara para las elecciones de 2008 el gobernador Moreira, uno de los alumnos consentidos de Elba Esther Gordillo, y sin duda, uno de los más aplicados…”
    Si para José Lópezportillo el orgullo de su nepotismo era su hijo José Ramón y Óscar Flores Tapia llegó a decir que para hacer un gobierno exitoso se requerían muchos descendientes, Humberto Moreira Valdés con suficiencia puede presumir la actitud nepótica con sus hermanos Rubén, Carlos y Álvaro, quienes respectivamente ocuparán estratégicamente los siguientes cargos: presidencia del CDE del PRI, dirigente de la Sección 5 del SNTE y el Congreso del Estado. Por eso el gobierno funciona más como un concejo familiar que como una entidad republicana.
    Aunque al inicio de su gobierno Humberto Moreira expresaba que su administración se parecería a la de Flores Tapia, en los hechos existe una enorme diferencia entre ambos mandatarios: Óscar Flores por su carácter autocrático y atrabiliario no compartía el poder con nadie y Humberto aparentemente sí, con sus hermanos.
    Para demostrar que Óscar Flores Tapia, hombre bronco, auténtico selfman que no convidaba con nadie las mieles del poder tenía una frase que se ha hecho célebre. Cuentan de que luego de invitar a sus amigos a la nómina gubernamental les decía: “…los voy a hacer asesores, pero el cabrón que se le ocurra asesorarme, lo mando a chingar su madre…” Genio y figura… hasta la sepultura. Simple: el poder no se comparte, porque, “qué dirá la gente”, como dicen en el rancho…

    La cubanización.

    Antes de que el Cártel de los Moreira tomara por asalto el poder, lo único que el proletariado coahuilense sabía de Cuba, era la asociación rudimentaria que hacía de las tortas cubanas. Los obreros y campesinos de estas latitudes habían oído en los medios electrónicos, -pues no leen periódicos, libros de historia, ni revistas- acerca de Fidel y el liderazgo ejemplar que ejerce sobre la gente pensante de Latinoamérica, pero este concepto vago era distorsionado por la perversidad de los clérigos, que en sus homilías dominicales distorsionan la verdad en aras de conseguir que los pobres sigan siendo mendigos de felicidad celestial y como expresaba Ricardo Flores Magón, “para infundir en los pechos proletarios la paciencia, la resignación y el temor a Dios”.
    Desde este espacio modestísimo no se regatean los méritos históricos de Fidel y el liderazgo que ha ejercido en la Isla, pues esto ha convertido a Cuba en un país donde la calidad de los servicios educativos y de salud superan con creces a los que se brindan en otros países con más índices de desarrollo.
    Sin embargo, las pintas en las bardas que buscan despertar en los coahuilenses los sentimientos de solidaridad y amor al prójimo desde la perspectiva de hombres grandes como Salvador Allende Goznes y José Martí empiezan a producir prurito y escozor en la piel delicada de los empresarios, que anteponen a los logros de la Revolución Cubana el trillado argumento de que durante medio siglo se han lastimado los derechos fundamentales de los cubanos. Nunca dicen que a la llegada de Fidel a la presidencia de Cuba, la isla esta ba convertida en un congal regenteado por Fulgencio Batista. Los voceros empresariales tampoco dicen que para 1965, en la antigua Siboney, el analfabetismo había levantado la bandera blanca, pues había sido derrotado gracias al empeño de los jóvenes urbanos que se habían echado a cuestas la tarea de redimir a sus hermanos que vivían en las zonas rurales.
    No obstante lo anterior, la cercanía del Comandante Moreira junto al Comandanten Fidel ha generado antipatías y críticas, ya que aun y cuando el gobernador ha promovido la creación de empleos apoyándose en el capital norteamericano, su actitud, de entrada se ve al menos contradictoria, aunque no descabellada, pues su amistad con el viejo líder cubano, seguramente aportará a Humberto el lustre que otorga una ideología de izquierda, más justiciera, pero caduca para otros, en estos momentos en que la globalización ha condenado a muerte a las ideologías.
    Durante los días posteriores a la destrucción de Villa de Fuente circulaba el rumor de que tanto Hugo Chávez como Fidel Castro habían enviado a nombre de sus pueblos ayuda humanitaria para coadyuvar en la reconstrucción del poblado necropetense, pero ésta estaba detenida por instrucciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
    Además de lo anterior, la presencia de alfabetizadotes y maestros de entrenamiento físico provenientes de la Isla, cuyo número aún es desconocido, ha empezado también a generar comezón en la delicada piel de los empresarios, de tal manera que no resultaría extraño, aunque suene a ciencia ficción, que los norteamericanos ya tengan enfocados los satélites sobre estas coordenadas.



    Epílogo

    Durante año y medio el Cártel de los Moreira se ha dedicado al ajuste de cuentas en lugar de haber ocupado ese tiempo en la conciliación y concierto con los grupos antagónicos; han actuado al revés de los políticos tradicionales que se caracterizaban por su carácter incluyente en la creación de la infraestructura humana de gobierno. Actualmente el gobierno de Humberto Moreira se enfrenta a cientos de malquerientes que han sido excluidos del proyecto original y de otros que no creen merecer la suerte que hoy les ha tocado: el ostracismo.
    En el ostracismo, recluidos en sus casas o alejados de la política estatal, viven los políticos de viejo cuño, aquellos que en el devenir cotidiano del ayer, coadyuvaron a la creación de los cuadros políticos que actualmente son los protagonistas de la vida pública de Coahuila. En el corazón de ellos anida el resentimiento, el deseo de venganza y no sería extraño que en los momentos cruciales de los comicios del año próximo, muevan sus hilos para que su voto se desvíe hacia el Partido Acción Nacional.
    No obstante lo anterior, hay indicios que el Cártel de los Moreira ha reorientado su praxis política, y parece que con el tiempo suficiente para evitar la hecatombe que podría provocar Acción Nacional. En días pasados, el nombramiento de Jesús María Montemayor (Chumita, sobrino de Rogelio) fue nombrado como Subsecretario de Desarrollo Social para las regiones Centro y Carbonífera. Este puede ser el inicio de la reconciliación con los pezonovantes del calibre 90, porque hoy es Rogelio y mañana puede ser Enrique Martínez y Martínez después del choque de trenes que se dio durante la elección de la dirigencia nacional del PRI. De acuerdo con estos indicios, luego podrían ‘arreglar’ a Chuy María Ramón con facilidades para la construcción de sus parques industriales. La Coneja Alejandro Gutiérrez ha dejado de tener significado político por su aura de perdedor eterno.
    Los muertos anteriores gozan de cabal salud; sin embargo, hay otros vivos a quienes el Cártel de los Moreira, delibaradamente ha dado por muertos, aunque no lo están. Ellos son los únicos que podrían disputar hoy, desde el corazón de la república, el codiciado puesto de gobernador en el 2011, y aunque no se confiese, en la medida que el tiempo corre, se convertirán de ligeras piedras en sendos peñascos en los zapatos Humberto. Sus nombres: Óscar Pimentel González y Javier Guerrero García, los más rejegos.