domingo, 11 de febrero de 2007

La mierda del periodismos electrónico.

AVECILLA DE TEMPESTADES, ODALISCA DEL PODER.
El circo que cada mañana monta la Paloma en la pantalla chica tiene su público. No hay duda de lo anterior, porque seguramente lo ven quienes pertenecen al lumpenaje social; la gente más estúpida, por la ignorancia supina a que se ha sometido de manera voluntaria.
En la delgada franja del estrato pensante, cada palabra que pronuncia Martínez Soriano provoca vómito. En ese sector, aunque estrecho, al locutor televisivo se le ve como lo que es: la mierda del periodismo electrónico.
Pero ahí, donde la conciencia florece, se le ve con asco y rabia. No se concibe que un ser humano pueda descender tantos peldaños en el sótano de la abyección.

Sólo falta que Rogelio Montemayor Seguy, exgobernador de Coahuila y dueño de un historial académico`-político impresionante, se quede con un palmo de narices si Marcos Martínez Soriano logra conseguir la impunidad que busca. Por lo pronto, el gobernador Humberto Moreira estuvo en el nuevo programa del sicario, en el segundo día de esta temporada.
Durante los últimos años, la Paloma se ha dirigido a Montemayor con los términos de rata, rata asquerosa, rata traicionera, ladrón, corrupto, defraudador y homosexual, entre otros.

Como odalisca del periodismo televisivo, la Paloma (a) Marcos Martínez Soriano ha regresado a la mancebía en que se ha hecho célebre: RCG. El jueves 1 de febrero fue el día fatídico en el que payaso regresaba a su carpa. Poco después de las 6 de la mañana y luego de una intensa campaña de anuncios en los que la empresa prometía su regreso, la fulana pródiga de la comunicación arribaba a la cueva de ladrones que tiene como misión en su vida, el saqueo del erario coahuilense.
Los panistas cobardes, temerosos del hocicón oficial han perdido la tranquilidad, aunque saben que el regreso de la Paloma se encuentra condicionado por las demandas que tanto Rogelio Montemayor como Jorge Zermeño Infante tienen enderezadas en su contra ante un juez civil con jurisdicción en la capital del estado y ante la Segob respectivamente. En pocas palabras, los albiazules saben que el cancerbero del poder ha regresado con bozal, aunque igual de cínico y sinvergüenza. En su boca aún hay semen de Rogelio Montemayor a quien lo mismo que a Enrique Martínez y Martínez y a Humberto Moreira les ha practicadoel felatorismo político.
Hoy, la Paloma -¿por qué no el Palomo?- regresa a la cueva de Casimiro González no en calidad de locutor privilegiado, sino como el prófugo que busca asilo al lado de sus cómplices, verdaderos asaltantes de la hacienda pública. Cada día corre con más intensidad el rumor de que Martínez Soriano se encuentra de nuevo en los sets de la televisión coahuilense porque mantiene bajo amenaza a Roberto Casimiro González de que si no le prestan el micrófono para protegerse de sus enemigos, entonces dirá que sólo obedecía órdenes del dueño del canal de televisión.
Roberto Casimiro, de magra moral, sabe que si la Paloma declara lo anterior ante el juez civil, su patrimonio corre peligro, porque tan luego se vaya de la lengua el locutor, los abogados de Rogelio Montemayor, de Jorge Zermeño y de Alonso Ancira, virarán su objetivo hacia las propiedades de quien monopoliza el negocio televisivo de Coahuila.
Por eso, en los últimos días en RCG se tararea la siguiente tonadilla: ay paaalomita, ¿cómo le iremos a hacer?/si a ti te hirió tu palomo y a mí me hirió mi querer/… Y es que amo y lacayo padecen por estos tiempos males de amores.
Cuatro aspectos llaman la atención en este caso:
1ª.- Las concesiones de radio y televisión que Casimiro Gonzáles viene regenteando en el estado, no han sido refrendadas. Los canales XHCAW-TV-58 de Acuña, XHPNW-TV-22 de Piedras Negras, XHRCG-TV-7 de Saltillo aparecen marcadas con una R en la página oficial de la SCT, en la siguiente dirección electrónica: cofetel.gob.mx/cofetel/radio_tv/doctos/infra_tv_280206_.pdf ;esto significa en proceso deliberativo de refrendo; pero también aparece XHMAP-TV-7 de Monclova, señalada en la misma página con las letras N.D. que significa no determinada, esta señal televisiva pertenece al Sindicato Minero de la región y es explotada por Casimiro González, aunque se desconoce si la adquirió en propiedad o es arrendatario de los líderes. En medio de esta situación, RCG ha decidido “jugársela” con su presentador estrella en un aparente reto a las autoridades de la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía de la Secretaría de Gobernación.
2º.- En la demanda presentada por Rogelio Montemayor se denomina al programa de Martínez Soriano como De Primera Mano y se alude a que antes se llamaba Esta Mañana, pero resulta que el cancerbero del poder ahora regresa envuelto en un programa con diferente nombre: Soriano en RCG. Lo anterior puede entenderse como la primera argucia, mediante la que los abogados de la Paloma tratan de protegerlo contra la furia legal, con la que ha procedido el exgobernador de Coahuila, cuya demanda ante el juzgado civil denota la más firme intención de chingar de una vez por todas al mercenario más connotado de la televisión coahuilteca, y de paso terminar con la impunidad con la que se ha conducido su patrón Casimiro González.
3ª.- El silencio repentino del bihebdomadario que en los últimos meses se había caracterizado por abordar el tema del pleito entre Rogelio Montemayor Seguy y la Paloma Martínez Soriano y de pronto, en su edición más reciente, dejó de lado el tema, pese a que la noticia de que el locutor volvería a hacer de las suyas, recorría con fuerza los distintos mentideros político-periodísticos del estado.
4ª.- La presencia, aparentemente inesperada, del gobernador Humberto Moreira Valdés en el nuevo programa, con el afán tácito de legitimar la presencia del caco televisivo, que de cualquier manera seguirá enfrentando los procesos que se le siguen por daño moral y calumnias.

La muerte injusta de Enrique Ramos
persigue a la Paloma.

En los medios de comunicación de Saltillo nadie es ajeno al “éxito” que ha tenido la Paloma desde su ingreso en los medios de comunicación a través de Vanguardia en 1984. En aquel entonces actuaba como gatillero de Armando Castilla Sánchez quien tres años antes, había ganado fama nacional luego de su enfrentamiento con el régimen de Óscar Flores Tapia que culminaría con su abdicación al poder el 8 de agosto de 1981. En el ocaso de una generación de reporteros y articulistas que no habían tenido la oportunidad de bruñir su intelecto, pues normalmente salían de los talleres de los diarios para incorporarse a tareas de redacción, la Paloma llegaba en una coyuntura ideal para convertirse en el tuerto en tierra de ciegos.
Desde entonces, ya se notaba que había decidido ligar su destino al del PRI, convirtiéndose en golpeador de los panistas saltillenses que aún no podían paladear las mieles del poder. En aquella sazón, el personaje era rechazado por la tropa reporteril pero aún no nacían las condiciones para que se le odiara. Era un sujeto modesto que se desenvolvía en los parámetros de una economía moderada, porque al menos para los reporteros y articulistas, el periodismo escrito nunca ha dejado las pingües ganancias de los medios electrónicos, como sucede por estos días y de los que Martínez Soriano es el ejemplo.
A mediados de la década de los 90, todavía se daba tiempo para convivir con los trabajadores de otros periódicos y no sólo eso, dentro de sus limitaciones para el consumo etílico trataba de hacerse el gracioso, pues sabía que estaba en el límite de la tolerancia.
Por aquellos años, dejó dos veces el periodismo para ocupar cargos en la estructura de gobierno. La última vez que trabajó en la burocracia lo hizo en la Procuraduría General de Justicia del Estado en el área de comunicación social. A él le tocó la difícil tarea de tratar de convencer a los directores de los diarios de Saltillo de que la muerte del expolicía federal Enrique Ramos Dávila se había debido a un paro cardiaco, pese a que las huellas en el cuerpo del difunto, evidenciaban que los policías ministeriales lo habían sometido a crueldad extrema. El cuerpo de Enrique mostraba heridas en el pecho, el vientre, el bajovientre y las piernas que sólo podían haberse inferido luego de ser arrastrado, con las esposas puestas en un terreno agreste. El infortunado moriría luego de que no pudo resistir el último tormento: la bolsa de hule en su cabeza. Este es uno de los más negros capítulos de quien hoy, a través de la pantalla que huele a inmoralidad, se dice el defensor de los más desvalidos.

Fuera de la pantalla, la Paloma es un cobarde.

Muy caro le ha costado en su dignidad a la Paloma el supuesto “éxito” que hoy ostenta pues ha tenido que arrastrarse en charcos de mierda lo mismo ante su patrón que ante funcionarios y periodistas que cada día se muestran menos dispuestos a tolerar la diarrea verbal con la que Martínez Soriano ha salpicado a medio mundo. Su cobardía es ya legendaria, pero la forma artera en que se ha desenvuelto, también. Entre los reclamos frontales que ha recibido la Paloma está en primer lugar el de Juan Andrés Martínez Flores, reportero de Televisa. Cuentan las lenguas reporteriles en medio de ataques de hilaridad que una tarde-noche se encontraron los dos en el Museo de las Aves durante la presentación de un libro. Días antes, Martínez Soriano se había estado expresando con ironía y desprecio de Juan Andrés y éste, fogueado en los pleitos de arrabal, sólo estaba esperando la ocasión propicia para el reclamo. La oportunidad llegó sola y al encontrarse frente a su ofendido, la Paloma lo saludó con zalamería, pero Juan le espetó:
- ¿Qué estabas diciendo de mí, hijo de tu puta madre.
- Nada –le contestó la Paloma- mientras le tendía la mano a Juan Andrés.
Éste hizo una finta y con eso tuvo el hocicón del micrófono para empezar a correr, despavorido, rumbo a los baños del edificio y hasta allá fue Martínez Flores para cachetearlo. Luego, contaría Juan Andrés, en medio de carcajadas que hacían que le escurrieran las lágrimas, que como la Paloma es una dama, con una cachetada fue suficiente, no podía infringir las reglas de la caballerosidad asestando un puñetazo en aquel rostro maquillado.

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Ulises Salas es otro personaje bien visto por la tropa reporteril de todo el estado, que desde hace muchos años usa una barba casi al ras de su piel; hombre ordenado y metódico en su existencia, de rostro anguloso, moreno, de ojos vivaces coronados con cejas pobladas, y que con la mayoría de sus compañeros no da pie a que se le falte al respeto, por lo que también lleva en su lomo un costal grande de recuerdos de pleitos callejeros, y que para colmo de los males de la Paloma, trabaja en las empresas de un hermano del dueño de RCG, también, durante un tiempo fue acosado, seguramente por órdenes superiores, a través de la pantalla chica.
De la misma manera que Juan Andrés, Ulises esperaba el momento oportuno para el reclamo; éste llegó una noche en el Teatro de la Ciudad. Ambos cubrían un evento cultural. Al llegar Ulises, la tropa reporteril, ávida de sangre empezó a cocorearlo diciéndole que por ahí andaba Martínez Soriano. Efectivamente, la avecilla de tempestades se encontraba acompañado por una dama de relaciones públicas del ayuntamiento capitalino. Ulises Salas, al ver al locutor de RCG, inmediatamente lo increpó diciéndole:
- Oye Marcos, ¿qué andas diciendo de un tal Barbón?
- Nada, nada Ulises, tú y yo somos amigos –contestó la Paloma mientras tomaba de los hombros a la funcionaria y se parapetaba detrás de ella.
Con el sudor frío escurría grotesco el maquillaje del rostro del locutor televisivo, mientras el miedo se reflejaba en el movimiento ridículo de su bigotillo hitleriano y el bailoteo esquizoide de sus ojos.
Ante esto, Ulises ya no sabía si reir a carcajadas o estamparle un puñetazo entre ceja y oreja al presentador de la televisión que se ha caracterizado por lo artero de sus ataques. Finalmente, el ofendido hizo lo que tenía que hacer, espetándole:
- ¡Cobarde!


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Un día, la Paloma tuvo necesidad de encontrarse con una persona en un centro comercial. Cuentan que acababa de terminar el programa e iba maquillado, calzaba zapatos tenis y estaba enfundado en pantalón de mezclilla. Por ahí se encontró con Ramón Oceguera, excandidato a la alcaldía de Ramos Arizpe, quien le reclamó la sarta de barbaridades que había estado diciendo de él en los útimos días. La misma historia: el locutor negó toda responsabilidad argumentando que sólo cumplía con las órdenes de su patrón; pero como Ramón –como es fama pública- es de armas tomar, trató de zarandear a Martínez Soriano, pero antes de que los puños del constructor llegaran a su humanidad, el “Cuerno de Chivo” de RCG, empezó a pedir perdón a Ramón Oceguera mientras colocaba como escudo a la dama que lo acompañaba. Poco faltó para que la Paloma se hincara ante el ofendido. Ante este acto de cobardía protagonizado por el presentador de noticias, que tiene como slogan de su programa “usted ya tiene quien lo defienda”, la gente lo miraba incrédula, sorprendida por la bajeza de la Paloma.

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Cuentan algunas personas que habitan en las calles aledañas a la mansión de Martínez Soriano que éste vive en un estado de temor constante. Es más, se atreven a decir que su conducta es paranoica y esquizofrénica. Apenas ve un vehículo desconocido y de inmediato pide a sus amigos de las corporaciones policiacas que investiguen.
La enfermedad mental de la Paloma se reflejaría ante el pueblo en el parque de béisbol Francisco I. Madero. Aficionado al deporte del tolete, aparte de esquizofrénico es masoquista, pues no era la primera vez que al llegar a este sitio, los espectadores, al verlo, en medio de rechiflas lo llamaban vendido.
Dueño de palco, el locutor asistía con regularidad al parque Francisco I. Madero dispuesto siempre a recibir los recordatorios familiares sin inmutarse; sin embargo, una noche, uno de los aficionados no resistió la tentación de ofenderlo de manera pública y le vació un vaso de plástico repleto de bebida, en la cabeza. Martínez Soriano ni se movió. No medió reclamo alguno hacia el espontáneo vengador social. Luego de esto, un bramido cuasianimal cimbraba la estructura del edificio deportivo. La afición festejaba porque en su nombre, uno de ellos había cobrado venganza de las injurias que cotidianamente profería la Paloma a los personajes del clero, de la polìtica y de la empresa.
Después de esa ocasión, Martínez Soriano empezaría a llegar acompañado de un gurarura que le pisaba los talones, pero que de ninguna manera podía rescatar su dignidad, pisoteada por el pueblo, que aparte de llamarlo vendido le ha mentado la madre infinidad de veces. Poco tiempo después, el gobierno le asignaría un piquete de guardaespaldas que lo acompañan a todos lados. De ese tamaño es el miedo del locutor. De ese tamaño es su culpa. De esa intensidad es la negrura de su conciencia.

Los sacerdotes Raúl Vera y
Pedro Pantoja, homosexuales.

La fama que ante el pueblo se ha ganado la Paloma de vendido y arrastrado no encuentra parangón con ningún otro caso en nuestra ciudad. Hasta estos momentos en que el avecilla de tempestades trae detrás de sus talones a Rogelio Montemayor y a Jorge Zermeño sólo se supone que tiene el corazón hecho de mierda y el alma llena de cinismo.
Sin amigos, porque Casimiro González es su patrón, Martínez Soriano ha sorteado con relativo éxito los problemas que han derivado de la ligereza conceptual con la que ha agredido a los supuestos enemigos de quienes le pagan; sin embargo, a estas alturas de su vida se encuentra marcado por la forma injusta en que se ha referido a algunas personalidades que sólo merecen el respeto de la comunidad.
Raúl Vera es un clérigo que se ha identificado con la Teología de la Liberación desde sus más tiernos años, y hasta donde se sabe sí hace suya la frase del Aggiornamento del Papa Juan XXXIII acerca de que “todos somos responsables de los pobres de mundo”. Por su postura, Vera López ha sido respetado no sólo en Saltillo de donde es Obispo, sino por la mayoría de los intelectuales, que le han reconocido su entereza, al sobrevivir en un mundo eclesiástico en el que la pederastia, la mentira y la falsedad son las monedas de cambio.
Por su parte, el padre Pedro Pantoja, es un hombre que desde las entrañas del clero, ha asumido una posición crítica respecto del origen de la pobreza y la injusticia. Desde muy joven ligó su destino al de los seres humanos que viven en la pobreza y la marginación extremas. En 1974, luego de participar de manera activa al lado de los obreros de Cinsa-Cifunsa que habían enderezado un movimiento de huelga, el sacerdote fue transferido a Piedras Negras.
Evidentemente, las posturas de ambos cléricos que por lo regular se difunden sin cortapisas han provocado reacciones, sobre todo en los círculos políticos y empresariales. Por un lado, los grandes empresarios y comerciantes consideran casi guerrilleros a estos sacerdotes, mientras Acción Nacional y sus voceros no comulgan con sus ideas, pues los panistas han sido maestros eternos de la doble moral.
En este contexto se ubica la denuncia que en diciembre de 2005 hizo Sergio Aguayo Quezada en los diarios nacionales respecto de la forma grosera en que Marco Martínez Soriano ha hablado (¿ladrado?) sobre Raúl Vera y Pedro Pantoja. A ambos los ha llamado sodomitas, y al primero, en un arranque de locura le dijo un día: “Aquí no es Chiapas. Lárguese a la Selva Lacandona”. Ese día la locura latente de Martínez Soriano se hacía evidente. A continuación se reproduce la parte medular del texto en cuestión:
“En Saltillo, Coahuila, por ejemplo, hay una relación fría y distante entre la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila que encabeza Miriam Cárdenas y el obispo Raúl Vera que defiende apasionadamente a los desposeídos y que de manera cotidiana recuerda las violaciones que padecen los derechos de los trabajadores, los migrantes, los encarcelados y los homosexuales, entre otros grupos vulnerables.
“El viernes pasado el Centro Diocesano de Derechos Humanos “Fray Juan de Larios” organizó, en Saltillo, una mesa redonda en la que participaron el Obispo, Pablo Romo y quien esto escribe. Fue un evento teñido de postmodernidad porque, a un recinto dedicado a Juárez llegó el Obispo Vera ataviado con el níveo hábito dominico para lanzarse con elocuencia contra esa ideología neoliberal que nutre la pobreza extrema, contra el narcotráfico y contra los ‘partidos contaminados por una ideología del poder’.
“Condenó a los gobernantes elegidos por el pueblo que luego firman compromisos en contra de éste. Y reivindicó una y otra vez a los desposeídos, habló de la necesidad de que el pueblo se convierta en el sujeto de su historia y demostró, como si hiciera alguna falta, que hay estilos bien diferentes a la hora de defender los derechos humanos. Y remató diciendo que ‘por todo lo que digo soy criticado’.
“La pastoral y el estilo de Raúl Vera provocan enojos en Saltillo que se manifiestan en la violencia del lenguaje utilizado cotidianamente por Marcos Martínez Soriano, el conductor de “De primera mano”, un programa que se transmite de lunes a viernes en el canal 7 de la localidad. En su edición del pasado lunes 12 de diciembre volvió a descalificar a los sacerdotes de la Diócesis a los que imputa una presunta homosexualidad porque, según dice con frecuencia, visten con ‘faldas’ (sotanas). Durante la conducción Martínez Soriano se refugió en humor carpero para hablar de una “queja que presentaron dos alegres comadres/compadres... [el sacerdote] Pedro Pantoja, Pedro se antoja... ¿qué traigo en la lengua? Iba a decir comadres, en lugar de compadres, iba a decir compadres y dije comadres. Luego en vez de decir Pedro Pantoja, dije Pedro se antoja... y Raúl Vera, el obispo”... y así por el estilo.
En otro segmento del programa la descalificación del obispo fue más directa. A raíz de que éste pronunciara una misa ante los obreros de Altos Hornos en Monclova en el que les recordó sus derechos, Martínez Soriano le dijo ante las cámaras al obispo: “usted está en contra de la Ley y aquí no es Chiapas [antes de Saltillo, Raúl Vera estuvo en San Cristobal de las Casas]. Ni aquí hay encapuchados de calcetín, bufones como Marcos, no. ¡Lárguese a la selva Lacandona!”.
La poquísima madre con que se ha referido la Paloma tanto a Pedro Pantoja como Raúl Vera no tiene perdón, ni de Dios, ni de la sociedad. La cobardía del conductor tampoco.

Rogelio Montemayor Vs. la malicia de Martínez Soriano.

A Rogelio Montemayor lo recuerda el pueblo coahuilense gracias a que sembró de industrias la entidad. Hombre parco en su interacción humana Montemayor Seguy cometió el error fundamental de engordar el monstruo televisivo de la entidad. Antes de entregar el poder a su sucesor, los personeros de Roberto Casimiro González le exigían 50 millones de pesos como pago de marcha. El entonces gobernador se negó a este gravamen injusto bajo el argumento de que las finanzas estatales habían salido de su control.
Lo enviados de RCG lo amenazaron y juraron cobrarle con creces este desprecio. Rogelio muy a su modo los mandó a la chingada. El año 1999 agonizaba y pocos meses después Rogelio era nombrado por Ernesto Zedillo como director general de Petróleos Mexicanos.
Poco después de que Vicente Fox arribó a la presidencia de la república en el peor engaño democrático de que se tenga memoria, RCG comenzaba a aceitar su perversa maquinaria. Iba por la venganza prometida y la coyuntura se le presentaba en charola de plata: el 3 de mayo de 2002, el Juez Décimotercero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal libraba orden de aprehensión dentro de la Causa Penal Secreta 45/2002 en contra de Rogelio Montemayor por considerarlo probable responsable en la comisión de delitos de peculado y uso indebido de atribuciones y facultades, previstos en los artículos 223, fracción I, y 217, fracción III del Código Penal Federal. A Rogelio se le acusaba de haber entregado de manera ilegal mil 100 millones de pesos al Sindicato de Pémex, recursos que irían a parar a la campaña de Francisco Labastida Ochoa. En los años siguientes, el exgobernador lucharía de manera denodada para lavar su nombre, pero el motivo ya era usado por Martínez Soriano para aplicarle los peores epítetos.
Así lo narra con dolor Rogelio en la demanda de indemnización por daño moral presentada el 25 de septiembre de 2006 ante un juez civil de Saltillo, en contra del presentador de noticias de RCG Marcos Martínez Soriano a quien acusa de haberlo llamado ladrón, corrupto, defraudador, desfalcador, rata, rata asquerosa, rata traicionera, homosexual. Lo anterior –continúa Montemayor Seguy- lo ha expuesto al desprecio público.
Independientemente de la estructura mental de cada individuo, debe de ser altamente doloroso en el aspecto sentimental para un hombre como Rogelio Montemayor que luego de ocupar el más importante solio político en su estado, sea tratado de manera impúdica por un sujeto de flaquísima moral aplicándole los epítetos infamantes que han quedado escritos líneas arriba.
Por todo lo anterior, Rogelio echará mano de todos los recursos legales a su alcance para lograr la reparación del daño moral infligido tanto por la Paloma Marcos Martínez Soriano como por Casimiro González, dueño de la empresa televisiva RCG.
Aunque la Paloma ha vuelto a la cueva de RCG, las cosas no lucen fáciles para el par de hampones, pues el pleito ya es del dominio público, y mientras Montemayor Seguy tiene de su lado el haber sido un excelente gobernante, su contraparte arrastra el fardo del desprestigio, no sólo al interior del medio laboral en el que se mueve, sino que así advierte su personalidad y su conducta por lo menos el estrato pensante de la sociedad, que desde hace mucho tiempo vomita con sólo escuchar el nombre o el apodo de Marcos Martínez Soriano, la Paloma.

Jorge Zermeño, nazi y ruco para la Paloma

Hasta el momento nadie conoce los motivos por los que Jorge Zermeño perdió la batalla frente a Marcos Martínez Soriano. Cuando octubre de 2006 empezaba a languidecer, una grata noticia recorría Saltillo: la Paloma, el conocido sicario de la televisión dejaba RCG y la mierda televisiva que a diario se bate detrás de la pantalla del mal llamado canal de casa y luego transmiten a la sociedad saltillense envenenándola, parecía menos espesa.
“El cuerno de chivo” de Casimiro Gonzáez como se le conocía en los últimos meses se iba con la cola entre las patas y acosado por decenas de enemigos que le seguían la huella y entre los que destacan Jorge Zermeño Infante, Rogelio Montemayor Seguy y Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, Raúl Vera López, Mario Mata Saldaña y Alonso Ancira entre otros muchos, que ya se aprestaban a ajustar cuentas.
Aunque Zermeño Infante había tomado la delantera desde septiembre de 2005 al presentar una denuncia ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, acusando al locutor de haber emprendido una campaña difamatoria en su contra durante el lapso de las campañas electorales, para la renovación del poder ejecutivo de Coahuila.
Cuando la Paloma abandonó la pantalla chica se especulaba mucho que había sido gracias al poder que recién adquiría Zermeño Infante al convertirse en presidente de la Cámara de Diputados, luego de las elecciones federales del año pasado.
En su denuncia, Zermeño se quejaba ante el juez de que en su programa televisivo Martínez Soriano se dirigía a su persona con frases injuriosas e invadía el territorio de su vida privada al hacer, en síntesis, las siguientes expresiones, tanto de él como de miembros prominentes de su partido:
“Manuel Espino es una basca de individuo, es un narcopolítico (…) todo se sabrá cuando se larguen de la presidencia”.
“Espino y Zermeño son nazis”.
“Zermeño dejó a su mujer… sólo un nazi puede hacer eso”.
Fueron narcos quienes ayudaron al PAN, pues ellos regalan dinero, y sólo así pudieron haber pagado dos millones de pesos para el grupo musical que actuó en el cierre de campaña de Zermeño”. “(…) El PRI hace eventos que no le cuestan”.
“Estos panuchos están trayendo tropas de mafias de los diferentes estados del interior de la República para intimidar a la gente de no salir a votar”.
“Los nazis también lloran”.
“(Jorge Zermeño) está enfermo, arrastra los pies y no puede ni caminar de lo ruco que está.” “(…) Inútil chango nazista, odia a los chúntaros”.
“Zermeño es un hombre despreciable, intolerante, enfermo, transgresor de la ley, vinculado al narcotráfico”
Cuando en el verano de 2005 Martínez Soriano profería al aire las barbaridades anteriores, seguramente nunca pensó que Zermeño Infante se convertiría en el líder de la cámara de diputados, ni tampoco que menos de un año después sería uno de los hombres más cercanos al presidente de la república, con su influencia irradiando sobre un área enorme de la administración federal.
Los cálculos de la Paloma a la postre resultaron errados, porque ni ganó el Peje, que en ese entonces punteaba en las encuestas y Roberto Madrazo y el PRI fueron confinados al sótano de la política nacional.
Ya no podía dar marcha atrás, ni se le aceptarían las disculpas, porque no fue una sola vez, sino muchas las ocasiones que utilizó para dañar moralmente a los panistas prominentes, que por lo demás, tal vez son todo lo que ha dicho la Paloma, pero hay formas de expresión que tienen la virtud de no provocar daño morale, pues no se enfocan a invadir el territorio de la vida privada de las personas.

Tomy Vives y la Plaza de Toros.

La inmoralidad no sólo de Martínez Soriano sino también del canal de televisión RCG propiedad de Casimiro González, ha tenido momentos de reclamo social; porque no es posible que este par de hampones puedan pensar que todo el pueblo es estúpido.
En los meses en que el actual gobernador de Coahuila era candidato a la alcaldía de Saltillo, la Paloma estrenaba otra temporada como mercenario al servicio del PRI denostando sin piedad y sin el más mínimo respeto a la candidata panista Tomy Vives, una mujer de clase media que poco o nada tenía, ni tiene que ver, con la rapiña de que han hecho gala los panistas en el gobierno federal y en algunos municipios del país.
En ese tiempo, la contrincante de Moreira Valdés y sus seguidores organizaron una marcha de protesta contra el canal de televisión y en su recorrido mostraban pancartas en las que llamaban rata al presentador de noticias Martínez Soriano. Esto, lógicamente ni siquiera inmutó por unos momentos a Casimiro González y a su esbirro Martínez Soriano, los capos de la televisión coahuilteca, pues siguieron con los insultos contra todo lo que pudiese oler a panismo; sin embargo el precedente quedaba sentado: ante el juicio popular no existe impunidad.
Otro de los sectores en los que la Paloma ha sembrado la insidia por órdenes de su patrón Casimiro González, es entre los aficionados a la fiesta brava. Tampoco ellos se han mantenido callados. Luego de una corrida y después de que Martínez Soriano estuvo criticando a los organizadores, uno de ellos al hablar ante los taurófilos y con sólo mencionar el apodo, la Paloma recibió cientos de mentadas de madre. El motivo de la crítica era el de que para el evento taurino no se habían contratado anuncios en el albañal de RCG.

El retorno a RCG.

El circo que cada mañana monta la Paloma en la pantalla chica tiene su público. No hay duda de lo anterior, porque seguramente lo ve el lumpenaje social; la gente más estúpida, por la ignorancia supina a que se han sometido de manera voluntaria.
En la delgada franja del estrato pensante, cada palabra que pronuncia Martínez Soriano provoca vómito. En ese sector, aunque estrecho, al locutor televisivo se le ve como lo que es: la mierda del periodismo electrónico.
Ahí donde la conciencia florece, se le ve con asco y rabia. No se concibe que un ser humano pueda descender tantos peldaños en la abyección.
El 1 de febrero, la Paloma llegaba nervioso. La demanda que le tiene interpuesta Rogelio Montemayor no está para menos. Daño moral que tiene que ser cuantificado en dinero por un juez civil.
Y Ahí, en la pantalla, ese día funesto para Coahuila, el locutor hablaba de Dios, del amor de su familia y dejó claro que no es un delincuente que tenga cuentas pendientes con la justicia. Con el cinismo que lo caracteriza se atrevió a decir que el canal RCG tiene un alto grado de credibilidad. Zalamero, no se olvidó de dar las gracias a su cómplice Casimiro González, la caja registradora que se ha fijado como única misión en su vida el sustraer los dineros públicos. En suma, un show asqueroso cuya palabrería hueca ni siquiera vale la pena transcribir.

Opiniones en la red.

En la red existe un simpático blog cuyo título es soloparadesahogarme.blogspot.com, que en una de sus entradas escribe lo siguiente: Martínez Soriano sale de RCG. El sitio en Internet lo mantiene una jovencita cuyo nombre no viene al caso, pero ahí se puede leer lo que sigue:
El título fue lo que alguien tecleó en google y vino a dar a mi blog, lástima que no había posteado esta información todavía.
Marcos Martínes Soriano tiene, más bien, tenía un noticiero de opinión en un canal local de Saltillo y hace algunas semanas se despidió argumentando unas vacaciones.
Con eso de que mi papá está enterado de todo, supe que la verdadera razón fue que el tipo está demandado por Rogelio Montemayor, ex-gobernador del estado y director de PEMEX, cuando el pemexgate, por difamación.
Ah, porque cuando el mono este fue gobernador, el Soriano era su tapete, de hecho, se dio a conocer en ese periodo de gobierno. Y de repente empezó a soltar una sarta de pendejadas que muy poca gente le creía.
En fin, que el ex-director de pemex decidió entablar una demanda contra el maricón ese (ah, porque además de homosexual es maricón, rajón, miedoso) así que ni tardo ni perezoso salió huyendo...

Más en la red:

¿Ya huele mucho a muerto?

En el mismo tema, en el mismo canal, pero en diferente día, ayer, el titular del noticiero chingón de RCG 7 Saltillo, un joto llamado Martínez Soriano, le pregunta a un corresponsal durante uno de los enlaces: Son 65 personas las que están encerradas, ahí donde tú estás ¿ya huele mucho a muerto?
Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeé?????? O sea, sí, probabilísticamente resulta muy difícil que se encuentren con vida, pero que falta de prudencia, que falta, ya no de corazón sino de cerebro, qué le pasará a ese tipo?

Correos posteados a nomaspa’desahogarme.blogspot.com

Las opiniones que siguen corresponden a jóvenes, este sector que aparentemente se encuentra al margen de los acontecimientos político-periodísticos. No le va bien a la Paloma.

Tal vez Dios exista, después de todo :)!

Excelente noticia aunque...

YA SABÍA :$

Aparte de ser un joto, rajón,etc., y todo lo demás que le quieran poner, es un pendejo ya que no tiene ni la más mínima idea de lo que es ser un verdadero periodista ya que se la pasa diciendo un montón de pendejadas, sin objeto ni fundamento. Pero ni modo si a la televisora RCG le gusta vender este tipo de comedias, que lástima y que desperdicio.

Epílogo.

Sin más comentarios.

Saltillo, Coah., invierno de 2007.

Juan Cisneros Cortés









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